El Parque Regional de Calblanque vuelve a ser el desencadenante de la polémica. La idea de una conocida discoteca de la zona de organizar una carrera nocturna a través del parque protegido no ha gustado a los vecinos de Cobaticas y La Jordana junto con miembros Ecologistas en Acción, que han mostrado su total rechazo a que el próximo viernes 28, fecha prevista de la celebración del evento, unos 300 participantes provistos con linternas y distintos vehículos de seguridad autorizados recorran los caminos y sendas del interior del espacio natural.

Desde el grupo ecologista, apuntan a la presión habitual que ya que soporta el lugar debido a la numerosa circulación de coches que acuden al entorno natural. De este modo, esta «invasión nocturna», como la definen los ecologistas, supondrá un problema para la flora y fauna más emblemática del Parque que mantiene hábitos nocturnos. «El itinerario de la carrera afectará directamente a la nidificación y campeo de algunas especies presentes en la zona como el búho real», señala Rubén Vives, secretario de Ecologistas en Acción en la Región.

A pesar de que desde la web del organizador se advierte del «respeto en todo momento de las zonas protegidas» que el corredor deberá mantener bajo pena de descalificación, los vecinos temen igualmente que el evento produzca un impacto ambiental negativo en la zona, así como el respeto a la propiedad privada.

«Si Medio Ambiente finalmente autoriza la carrera, se creará un grave precedente para futuros actos similares y se correrá el peligro de convertir a Calblanque en una pista de entrenamiento continuo, con el consiguiente deterioro del medio», asegura Vives.

Los colectivos implicados reclaman a los técnicos de la Consejería, que estudian la solicitud, una solución «racional» al problema. «Hay itinerarios alternativos por los alrededores de la discoteca, como la zona de Cabo de Palos, que podrían armonizar los intereses de todos», defienden los vecinos.

Los habitantes y los ecologistas consideran «un capricho» esta nueva actividad y «otra prueba más de la nula sensibilidad medioambiental de esta empresa», concluyen.