Cuatro alumnos de Asido, la asociación cartagenera que apoya a las personas con Síndrome de Down y discapacidad intelectual, han finalizado sus prácticas en la refinería de Repsol en el valle de Escombreras. Unos trabajos vinculados a un convenio entre la empresa y el colectivo para fomentar la integración laboral de personas con discapacidad.

Así, como otros miembros más de la plantilla, han realizado tareas de auxiliar administrativo en la destrucción de papel, orden de facturas y gestión de archivos, con el objetivo de reducir su uso y provocando ventajas en productividad y ahorrro de costes.

Durante el periodo de prácticas, los alumnos han estado guiados por un preparador laboral, quien les facilitó la integración en la empresa, conocer gente y trabajar en el área administrativa del complejo industrial.

Gracias al convenio, que ya se puso en marcha en 2008, más de cuarenta alumnos de Asido ya han podido tener un contacto real con el mundo empresarial. Y es que, el contrato es una modalidad dirigida a personas con discapacidad intelectual que no han tenido la posibilidad de acceder al mercado laboral.

La preparadora laboral de la asociación, Virginia de Francisco, ha explicado que las prácticas están enmarcadas dentro de un programa de apoyo y formación de personas con discapacidad, a la vez que son útiles para fomentar la integración. «Ya no somos nosotras la figura de referencia, sino que piden ayuda a los distintos compañeros de trabajo», afirmó De Francisco, en alusión al aumento de independencia de los alumnos.

«Tienen una capacidad de trabajo increíble y aportan felicidad, hacen el trabajo más ameno cada vez que están por aquí», dijo Javier Martínez, empleado de Repsol. Por su parte, la administrativa María José Moreno añadió: «Son muy bueno alumnos, muy trabajadores: se les otorga una tarea, se esfuerzan mucho en realizarla y, sobre todo, en aprender». Y es que muchos de ellos no dudan en repetir la experiencia.