Los vecinos de la zona conocida como Bahía de las Palmeras en La Manga han dicho basta. Y es que, tras once años luchando en los despachos por lo que ellos entienden como un error de Costas y del Ayuntamiento, por no cuidar la playa que baña la urbanización en el Mar Menor, «ni vigilar el fondeo ilegal de embarcaciones».

Y es que, pese a que todo comenzó hace más de diez años, tras incontables denuncias por parte de los vecinos y ecologistas sobre la carretera que unía La Manga con la Isla del Ciervo, tras conseguir que se derrumbara la vía, los restos de la misma han provocado el estancamiento de las aguas y la aparición de fangos. Y lo que es peor, que el Instituto Municipal de Servicios del Litoral (IMSEL) haya instalado un cartel que anuncia 'Zona peligrosa por fangos', cuando según los vecinos, «los fangos son un reclamo del Mar Menor y son muchos los turistas que vienen a disfrutar de sus singularidades».

Ahora, la situación es casi insostenible, aseguran los vecinos, quienes han mantenido reuniones con técnicos de la consejería de Medio Ambiente, a la espera de ser recibidos por el Ayuntamiento y la Delegación del Gobierno, a quienes han entregado un dossier donde quedan reflejadas sus exigencias y el estado actual de la playa.

Entre las medidas, los residentes quieren la demolición total de la carretera de la isla del Ciervo para la libre circulación de las corrientes; la agilización de los planes de regeneración de la bahía -»si realmente existe»-; racionalizar y regular la actividad del Club Náutico a efectos medioambientales de la bahía; denegación de cualquier permiso para la construcción de nuevos pantalanes del citado club, así como la demolición o retirada de los no autorizados; reubicación de las redes antimedusas de tal forma que la zona de baño sea la de años anteriores; y la advertencia, multa y retirada de los barcos fondeados de forma eficaz y rápida.

Apoyo de los ecologistas

Dentro de las reuniones que mantienen los vecinos de Bahía de las Palmeras, ayer se citaron con la Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE). El portavoz del colectivo, Pedro García, indicó que durante este mes tratarán de contactar con algún organismo con competencias en la zona para ver si puede ayudar a los residentes y a la propia Asociación.

García expresó que «la situación es complicada porque la falta de corriente mantiene el enfangamiento de la playa y un descenso progresivo del nivel del mar». No obstante, el portavoz de ANSE afirmó que aún era muy pronto para sacar más conclusiones de la reunión mantenida con los vecinos, aunque sí que reconoció que la situación era de extrema urgencia.