La Guardia Civil ha detenido a cinco personas por la presunta autoría de un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente. Y es que, los arrestados, empleados de la empresa de gestión de residuos industriales del valle de Escombreras aparecen relacionados con el tratamiento inadecuado de residuos, algunos de los cuales, por su toxicidad, suponen un riesgo tanto para la salud de las personas que los manipulan como para el medio ambiente.

En una nota, el instituto armado estima que la empresa investigada habría enterrado entre 4.000 y 5.000 bidones, cuyo peso aproximado rondaría las 1.000 toneladas de residuos. Los arrestados -varones, españoles y con edades comprendidas entre los 39 y los 65 años- y las diligencias instruidas ya han sido puestos a disposición del Juzgado de Instrucción 5 de Cartagena.

Desde la Fiscalía señalaron que este tipo de delitos pueden suponer una condena de hasta 5 años de prisión, con multa de hasta 24 meses y hasta 3 años de inhabilitación. Además, pueden concurrir agravantes como clandestinidad o desobediencia.

La operación, conocida con el nombre de ´Bidón´, comenzó con dos inspecciones practicadas en la empresa, donde el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil tomó muestras y constató la presunta comisión de delitos contra los recursos naturales y el medio ambiente.

La investigación se inició el pasado año a raíz de una de las vigilancias que la Unidad de Seguridad Ciudadana (USECIC) realizada en la zona industrial de Escombreras, donde se detectó la supuesta manipulación irregular de residuos industriales por parte de una empresa dedicada al tratamiento y gestión de estos productos. Así, agentes del Seprona iniciaron una exhaustiva investigación, en colaboración con técnicos de la Confederación Hidrográfica del Segura, donde inspeccionaron en dos ocasiones las instalaciones de la mercantil y obtuvieron muestras que, previo análisis, determinaron que gran cantidad de los residuos recepcionados por la empresa investigada no eran tratados adecuadamente.

Asimismo, la Guardia Civil constató que gran parte de estos residuos eran enterrados después de ser manipulados por operarios de la empresa, obviando las medidas de seguridad e higiene exigidas para estos trabajos, y otros -materiales líquidos- eran evacuados a través de colectores de aguas pluviales al dominio público hidráulico. De esta manera se obtenían cuantiosos beneficios económicos derivados de la ausencia del adecuado tratamiento.

La Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) emitió ayer una nota en la que exigía la clausura del vertedero de residuos de Befesa en Escombreras, poniendo así el foco en la empresa. Según el comunicado, la Asociación denunció en mayo ante el Seprona los trabajos desarrollados en el depósito de residuos y solicitó nuevas inspecciones ante posibles irregularidades.

Por su parte Izquierda Unida (IU) pidió ayer la «dimisión inmediata» de la directora general de Calidad Ambiental, María Encarnación Molina, tras conocer la noticia relacionada con la empresa.