La fe y la devoción volvieron este Viernes de Dolores a acompañar al Cristo de la Misericordia, conocido como Cristo del Lago, en su vía crucis por las calles del centro.

La talla de Salzillo volvió a lucir junto a los bordados y de la Virgen de los Desamparados. Decenas de personas acompañaron a ambas imágenes y a la talla de San Juan, que por segundo año, volvió a conformar una procesión que cada edición gana más devotos y adeptos.