No podían fallarle en una fecha tan especial para Él, y así fue. Miles de devotos volvieron a pasar ayer por la Iglesia de Santa María de Gracia para cumplir con su cita con el Cristo de Medinaceli, que les esperaba con sus pies completamente restaurados y con la alegría de poder celebrar el 75 aniversario de la llegada a la ciudad.

La devoción al Jesús de los Esrudiantes es tanta qyue volvió a formar colas como pocos eventos consiguen crear en la ciudad portuaria.