Los cartageneros volvieron a echarse anoche en masa a la calle para reclamar mejores servicios sanitarios en la ciudad. La convocatoria de la plataforma por la defensa de la sanidad pública ´Salvemos el Rosell´ celebraban el éxito de la manifestación que partió de la plaza del Ayuntamiento a las ocho de la tarde y llegó ante la Asamblea Regional una hora y media después.

La Policía Nacional cifró el número de participantes en la marcha en unas 3.500 personas, que obligaron a cortar el Paseo Alfonso XIII cuando transcurría por esta arteria principal. Pese a que el número de asistentes estuvo muy lejos de los cerca de quince mil ciudadanos que se movilizaron en las dos protestas anteriores, los organizadores consideran que los cartageneros demuestran que los servicios sanitarios son precarios.

A este respecto, el presidente de la plataforma, Leandro Sánchez, comentó antes del inicio de la protesta que «están poniendo en riesgo nuestra salud. La sanidad en el área número 2 está en una situación crítica, con los colapsos sistemáticos en la puerta de Urgencias un día sí y otro también, con el aumento exponencial de las listas de espera pata intervenciones quirúrrgicas o para ser atendido por un especialista».

Además, el portavoz de la plataforma añadió que los recortes también afectan a la Atención Primaria, «ya que se cierran centros de salud y se ignoran los horarios y a veces se tarda en dar cita más de cinco días, lo que hace que la gente vaya a la puerta de Urgencias».

Leandro Sánchez recordó que lo único que reclaman desde la plataforma es lo que aprobó el propio parlamento autómico murciano, que el hospital del Rosell sea el segundo de la ciudad con todos sus servicios, «un hospital al cien por cien», dijo.

El representante vecinal estaba situado en el centro de la pancarta que encabezaba la manifestación y le acompañaban el secretario general del PSOE en la Región, Rafael González Tovar; el líder de IU en la Comunidad, José Antonio Pujante; y el concejal de MC en Cartagena, José López Martínez, entre otros. Destacaba la presencia de decenas de integrantes de la plantilladel propio Servicio Murciano de Salud, que se sumaron a la marcha con una pancarta propia. Los gritos con consignas contra la alcaldesa Pilar Barreiro y contra el Partido Popular fueron constantes durante todo el recorrido y, aunque la seguridad se reforzó con la presencia de más agentes al paso de la protesta ante la sede del PP por la calle Santa Florentina, todo transcurrió sin incidentes y de forma absolutamente pacífica.

La manifestación concluyó en la Asamblea Regional, donde la plataforma leyó un manifiesto en defensa de la sanidad pública y reiteró que los cartageneros seguirán luchando y manifestándose para evitar «un desmantelamiento progresivo del hospital del Rosell».