La Policía Nacional ha detenido a seis personas de un clan familiar de Cartagena «organizado para la comisión de actividades delictivas» residente en la diputación de El Albujón como presuntos responsables de al menos dos estafas a través de páginas webs de compraventas entre particulares denunciadas por un vecino de Málaga y otro Ceuta. Precisamente, los agentes de la ciudad autónoma identificaron a los implicados y pidieron a sus colegas de Cartagena que procedieran a su detención.

Según la Jefatura Superior de Ceuta, las investigaciones comenzaron en noviembre, cuando un ceutí alertó de que tras poner a la venta un perro en Internet, se habían dado de alta en su cuenta bancaria «diversas líneas telefónicas y varios terminales de alta gama».

La víctima explicó que una mujer le había respondido interesada por el animal y que para darle «fiabilidad» a la operación le había reclamado una fotocopia de su DNI y el número de su cuenta corriente, a lo que accedió.

Idéntico suceso denunció otra persona en la Comisaría de Málaga-Oeste. Las primeras pesquisas llevaron a la supuesta interesada en el animal, que a su vez había asegurado en las dependencias de la Policía Nacional de Leganés (Madrid) haber sufrido un presunto delito de usurpación de estado civil.

Con esas tres denuncias abiertas, los investigadores de Ceuta comprobaron que en todos los casos como dirección y domicilio de recepción de los teléfonos móviles adquiridos en distintas compañías se fijaban 'Venta El Albujón' y 'Venta del Palmero', en Cartagena. según la Policía.

Los agentes lograron la identificación de seis personas, todas ellas pertenecientes al mismo núcleo familiar, como presuntos integrantes de un grupo delincuencial organizado para la comisión de actividades delictivas y con numerosos antecedentes por este mismo tipo de delito

Su 'modus operandi' supuestamente consistía en utilizar anuncios insertados en distintas páginas web para contactar con los vendedores.

Según añade la Policía, con la excusa de «establecer lazos de confianza, fiabilidad y legalidad» para consumar la potencial transacción pedían que se les remitieran fotocopia del Documento Nacional de Identidad (DNI) y número de la cuenta bancaria donde tendrían que ingresar el precio pactado.

Con estos datos, supuestamente procedían a dar de alta distintas líneas de telefonía móviles y a la adquisición de los correspondientes terminales, cargando el coste de tales servicios en la cuenta bancaria que se les había facilitado. Para engañar a los distribuidores de los aparatos falsificaban los DNI reemplazando sus fotografías, añade la Policía.