Lo llevaron a Cala Cortina para que se calmara, pero una vez en el lugar Diego Pérez Tomás salió corriendo hacia el monte y los agentes lo perdieron de vista. Ésta es la versión que los seis policías nacionales acusados del homicidio del vecino del barrio cartagenero Virgen de la Caridad, conocido como Las Seiscientas, dieron ayer en su declaración ante la titular del Juzgado de Instrucción 4 de Cartagena, María Antonia Martínez Noguera, en una comparecencia que superó las ocho horas. Una jornada maratoniana -no se paró siquiera para comer- que finalizó con el auto de la jueza que determinó la prisión provisional comunicada y sin fianza para los seis acusados, a los que se les imputan delitos de homicidio o asesinato, detención ilegal y posesión ilícita de armas para uno de ellos.

Los agentes reconocieron que acudieron en dos ocasiones al barrio para socorrer a Diego, que llamó al 091 denunciando que «le querían matar». Según las defensas de los policías, al llegar a Las Seiscientas «no vieron nada extraño», pero sí afirmaron que el fallecido «estaba muy nervioso y decidieron llevarlo a Cala Cortina para calmarlo». «Todos reconocen que cometieron un error al no informar a sus superiores de éste hecho, pero eso es una mala práxis con sus consecuencias administrativas, no penales», señaló el letrado Vicente Sanmartín.

La razón por la que los acusados llevaron a la víctima a Cala Cortina, según las defensas, es que «quería subirse al coche porque decía que le querían matar. No quería ir a un hospital ni a Comisaría y se subió al coche voluntariamente, por lo que no se puede hablar de detención ilegal».

El letrado Raúl Pardo, que defiende a uno de los policías, explicó que los detenidos declararon ante la jueza que «no dijeron nada del asunto por miedo, una vez que conocieron que el hombre había fallecido» e incluso que uno de los agentes pensó que podía haber sido un suicidio ya que el fallecido dijo en varias ocasiones «¿dónde está la playa? Quiero ir a la playa». Y es que, según los policías, la víctima no presentaba ningún signo de violencia cuando desapareció en el monte y afirmaron que, probablemente, fueran las rocas las que provocaran las heridas.

Levantado el secreto del sumario

Según los letrados, la decisión de levantar el secreto del sumario, que debe hacerse efectiva hoy, según fuentes judiciales, permitirá conocer «datos clave» de la investigación como el resultado de la autopsia, con el fin de conocer si las heridas se ocasionaron antes de la muerte de Diego o después. Asimismo se conocerán las escuchas llevadas a cabo en los coches policiales, aunque los letrados defensores indicaron que «parece que no existen declaraciones vinculantes».