Más de treinta personas tuvieron que ser rescatadas ayer al quedar atrapados en sus vehículos, inundados por la tromba de agua que cayó en la ciudad, en poco más de dos horas. Una de ellas fue una mujer embarazada en la zona de Cabezo Beaza. El resto de rescates se produjeron en la avenida Juan Carlos I, Camino del Sifón, carretera de la Asomada, La Aljorra, Pozo de los Palos y Pozo estrecho.

Igualmente afectado resultó el hospital Santa Lucía. Socialistas por Cartagena e Izquierda Unida denunciaron que parte del edificio estaba inundado. «La inundación de este hospital sólo se puede deber a una mala ejecución de obra de una infraestructura que ha costado una absoluta millonada», criticaron y pidieron la comparecencia de la consejera de Sanidad en la Asamblea para explicarlo.

Por su parte, fuentes del hospital aseguraron que el agua sólo había entrado en una parte del sótano debido al volumen de agua que cayó y a que algunas de las ventanas se encontraban abiertas. «No ha pasado nada en las zonas asistenciales y los propios empleados de mantenimiento ha solventado el problema».

Desde las cinco hasta las siete y media de la tarde se registraron cerca de cuatrocientas llamadas a los teléfonos de emergencias, la mayor parte de ellas pidiendo ayuda para resolver problemas de inundaciones en garajes.

Las ramblas estaban casi al límite de su capacidad, lo que provocó numerosos cortes de calles y carreteras que se encontraban anegadas de agua. «Ha llovido mucho en las cabeceras de las ramblas, por lo que hemos tenido que cortar muchas carreteras aledañas», comentó el edil de Seguridad, Mariano García.

García recomendó a la población que permaneciera en sus casas y que extremara la precaución.

A pesar de las advertencias, Juan Antonio Calabria, director general de Seguridad, explicó que muchas personas se habían visto en situaciones de riesgo precisamente por su imprudencia y destacó que no hubiera ningún herido. En cuanto a los daños materiales, cuantificarlos llevará unos días. «Aún no hemos podido evaluar todos los daños que se han producido».

En el despliegue para devolver la situación a la normalidad participaron cinco cubas y dos equipos de Hidrogea, catorce unidades de Policía Local y cinco grupos de Bomberos.