Lejos de lo que pueden pensar muchos cartageneros, el campamento no sólo tiene marcha nocturna. Desde hace poco más de un lustro, los festeros han puesto en marcha una opción con la que disfrutar de los festejos históricos lejos de las aglomeraciones de la noche, en especial de los fines de semana. Se trata del Campamento de Día, con el que numerosas tropas ofrecen tapas y cañas a un módico precio para que cualquiera pueda conocer las casetas con la luz del día y apreciarlas en todo su esplendor.

De esta forma, cada vez más, es habitual ver campamentos repletos de visitantes -Uxama es uno de los más solicitados- que prueban los platos típicos de cada grupo festero -torreznos, paella, michirones o embutidos, entre otros- y refrescar la garganta con refrescos o cerveza, junto a sus consumiciones.

Y es que, son muchos los festeros que echan de menos mayor actividad durante las horas diurnas. «Prefiero estar aquí y tomar cuatro tapas o cinco, y luego una copa con mis amigos, que venir de noche a pegarnos gritos en el oido para poder escucharnos», afirmaba un hondero balear.

Su petición no cae en saco roto y ya son muchos los festeros que cada día llenan el campamento festero -sobre todo los días laborables- para poder disfrutar tanto de las fiestas como seguir rindiendo en el trabajo.