Repsol necesita refuerzos en Cartagena. La refinería iniciará el próximo mes de octubre la primera parada de unidades importante desde que culminaron las obras de ampliación. Y para ello, el complejo incorporará temporalmente hasta ochocientos trabajadores extra que sumarán a los que forman la plantilla de la petrolera y a los de las empresas contratistas que se encargan del mantenimiento de las instalaciones.

Un portavoz de la multinacional aclaró que la cifra de ochocientos trabajadores es la máxima que requerirán durante el desarrollo de los trabajos en el momento de más actividad, pero que a lo largo de la parada, que durará aproximadamente un mes y medio, se incorporarán de media unos quinientos operarios extra.

La misma fuente precisó que se trata de la primera parada desde que se puso en marcha la refinería una vez terminadas las obras de ampliación del denominado proyecto C-10, en el que Repsol invirtió 3.200 millones de euros, la de mayor cuantía en la industria en la historia de España.

Asimismo, añadió que estas paradas se rigen por un calendario anual y que, a partir de ahora, lo normal es que se vayan produciendo paradas de unidades de forma periódica para su revisión y mantenimiento. Pese a ello, aclaró que se trata de paradas de equipos localizadas que no suponen una interrupción en la producción de la refinería. Además, avanzó que el próximo año 2015 tendrá lugar una parada programada mucho más importante y que requerirá una mayor cantidad de trabajadores, aunque no supo precisar cuántos.

Precisamente, el jefe de obra del proyecto C-10 de ampliación de la refinería de Cartagena, Juan Antonio Monterroso, comentó pocos meses antes de la finalización de los trabajos y la puesta en marcha de las instalaciones que las paradas para mantener a punto el complejo requerirán cerca de seis mil operarios extra cada cuatro años.

Desde que se construyó la nueva refinería en lugar de una parada cada cuatro años, tal y como se hacía antes, es necesario hacer dos.

La nueva planta ha permitido además incrementar la plantilla propia de Repsol de los 520 trabajadores que tenía antes hasta llegar a los 790, así como duplicar el personal de las contratistas que actualmente se encargan del mantenimiento de la factoría, que han pasado de cuatrocientos a ochocientos.

Asimimo, los directivos de Repsol explicaron que por cada empleo directo que se cree en la refinería, se prevé que se generen otros cuatro o cinco puestos de trabajo inducidos por la prestación de distintos servicios para las instalaciones y su personal.