«De un día para otro, ya hay que pagar por aparcar el coche en Calblanque». Así pensaba uno de los bañistas que este miércoles tuvo que desembolsar cuatro euros por dejar su vehículo junto a la playa del parque natural.

En realidad, ha costado mucho trabajo implantar legalmente este sistema. La entidad de conservación de Calblanque comenzó a cobrar a todos los vehículos a motor que aparcaban junto a las playas. Desde primera hora de la mañana se puso en marcha el sistema de pago y la aceptación entre los bañistas fue buena, aunque hubo algunos pocos que prefirieron dar media vuelta para evitar tener que pagar por aparcar.

No obstante, la mayoría de los veraneantes pasaron por caja, registrándose medio millar de vehículos durante la jornada, según los propietarios del enclave natural.

También se dio la circunstancia de que algunos vehículos optaron por saltarse a las bravas el control donde se ubica el ´peaje´, aunque tras la mediación de los agentes medioambientales, dieron rápidamente la vuelta y se marcharon del lugar.

Uno de los conductores que eligió no pagar la tasa criticó la nueva situación del parque, llegando a catalogar la medida como un «robo». Se trataba de un vecino de la zona y para él, que acude asiduamente a la playa de Calblanque, pagar cuatro euros por dejar el coche durante unas horas y darse un baño en el Mediterráneo «es excesivo». Sobretodo por la frecuencia con la que acude y el poco tiempo que pasa, ya que, en la mayoría de los casos, los vecinos de Los Belones o de las pequeñas poblaciones del parque bajan hasta la playa para pasar un rato, ya que para ellos Calblanque es la zona de baño que más próxima tienen a su casa.

Por otro lado los veraneantes que optaron por abonar los cuatro euros que cuesta desde ahora estacionar el coche en el parque se quejan de que se les queda un poco «la cara de tonto», ya que no entienden la tasa cuando los servicios que dispone la playa son prácticamente los mismos, pese a que la entidad de conservación pretende mejorar las instalaciones del parque. No obstante, por el momento, se han instalado aseos públicos y acondicionado las zonas de aparcamiento, aunque ahora, la entidad de conservación de este entorno natural también ha puesto a disposición de los bañistas su personal humano, que trabaja cada día en las zonas de estacionamiento para cubrir cualquier emergencia que pueda suceder.

Así, quiénes acudan al parque tendrán que pagar cuatro euros por dejar el coche, dos las motocicletas y seis euros las caravanas. El horario de las zonas de estacionamiento es de 9.00 a 22.00 horas y estará vigente el pago por aparcar hasta el 15 de septiembre.

Pese a las críticas de los usuarios del párking, muchos toman consciencia de que, «si el dinero va destinado a conservar Calblanque, no duele tanto pagar». Según fuentes de la entidad de conservación, tras el primer día de funcionamiento del servicio de estacionamiento, fueron muy pocos los que optaron por dejar el coche en el párking disuasorio y menos del 5% de los vehículos que llegaron hasta el párking dieron la vuelta. «La jornada ha transcurrido sin incidentes», indicaron.