La plantilla de Navantia en Cartagena respira más tranquila tras ver cómo ayer podían sacar del agua el submarino 'Tramontana' y dejarlo en dique seco para iniciar la gran carena, una profunda revisión y renovación de todos los equipos y sistemas de la nave.

La empresa pública de construcción naval aún no cuenta con la orden de ejecución de la Armada española para llevar a cabo esta obra al completo, aunque sí con una orden de varada que le permite iniciarla, por lo que en el astillero confían en que en breve llegará la firma definitiva.

La gran carena de un submarino se puede terminar en un año, aunque la que se llevó a cabo antes de la del 'Tramontana' se prolongó durante dos, debido a que se desarrolló de forma más lenta y al retraso en la compra de algunas piezas que había que sustituir.

La obra dará trabajo a unos trescientos trabajadores del astillero, que se encuentra en una situación de subactividad por el retraso en el inicio de los trabajos en el 'Tramontana' y por el parón que sufre el proyecto de construcción de los nuevos submarinos de la serie 60 para la Armada española.

De hecho, la gran carena del 'Tramontana' deja a la Armada con tan sólo dos submarinos disponibles que, durante algunos periodos, se quedará en uno, ya que los sumergibles deben hacer paradas para revisar durante un mes que todos los equipos y sistemas funcionan a la perfección, dado que se trata de naves en los que cualquier mínimo fallo puede costarle la vida a su tripulación.