La plataforma Salvemos el Rosell celebró este lunes por la tarde el acto de toma simbólica del Rosell, aunque lo cierto es que los únicos que pudieron entrar en el centro sanitario fueron los trabajadores. Alrededor de una docena de vigilantes de seguridad impidieron que los vecinos se introdujeran en el centro para que los sanitarios les hicieran una ruta guiada por algunas de las plantas cerradas.

«Hemos sido los sanitarios porque a los vecinos no los han dejado entrar. Han venido vigilantes del Santa Lucía», señaló Ginés Gómez, portavoz de los trabajadores.

A su vez, el presidente de la plataforma, Leandro Sánchez, señaló que también había vigilantes de seguridad de Atención Primaria. Algún vecino increpó a los agentes que les impedían el paso, pero finalmente los miembros de la plataforma se retiraron.

Antes de intentar entrar en el Rosell, un centenar de personas, todos miembros de la plataforma, se concentraron junto al centro. Un representante del colectivo leyó un manifiesto en el que señalaba «que durante 24 horas el pueblo tomará lo que es suyo. A la vez que el nuevo presidente toma posesión de su cargo, el pueblo toma posesión de lo que quieren arrebatarle».

Tras la protesta, los vecinos abandonaron el recinto, pero los trabajadores se situaron en el vestíbulo vigilado por el personal de seguridad, para compartir una merienda y celebrar la toma simbólica del centro.

Por la mañana los sanitarios, que pertenecen a la plataforma, ya se habían concentrado también en la entrada principal y habían desplegado pancartas de protesta en las ventanas de la segunda y tercera planta del centro.

Un grupo de sanitarios tenía previsto pasar la noche en el vestíbulo del Rosell, donde ya habían dispuesto varios colchones.

Este martes a las doce del mediodía habrá una concentración en apoyo al Rosell, en todos los hospitales y centros de la Región, destacó Sánchez.