El cineasta David Trueba señaló ayer que aunque John Lennon no cumplió la palabra que le dio al profesor Juan Carrión de visitar su academia de inglés en Cartagena, «la película Vivir es fácil con los ojos cerrados es como si el cantante de los Beatles hubiera visitado la ciudad portuaria».

Trueba se reunió ayer con Carrión en un encuentro con los cartageneros en el CIM, en el que pudieron preguntarles a ambos todos los detalles de la película y las peripecias de ese viaje que este profesor de inglés emprendió a Almería en 1966 para conocer a Lennon y pedirle que le corrigiera la traducción de unas letras de sus canciones para que el maestro pudiera enseñárselas bien a sus alumnos.

«Me ha dicho que le hubiera gustado que saliera Cartagena en la película», indicó Trueba, quien añadió que cuando conoció a Carrión ya tenía escrito el guión de la película. «Juan fue a Almería en coche desde Cartagena y en la cinta Javier Cámara sale de Madrid y para en Albacete y por el camino recoge a un chico y a una chica que también tienen su historia. La película no era contar la historia de Juan, sino el esfuerzo de una generación -en un país en pleno desastre tras la guerra y con familias rotas- que lo único que piensa es en dejar una España mejor a sus hijos».

Así, el director escribió el guión sin conocerle «y me llamó mucho la atención que cuando lo tuve delante, se parecía mucho a lo yo había imaginado». Para Trueba, «la acción es lo que define el cine, no las palabras, y, en el caso de Juan Carrión, sus gestos, su esfuerzo y los años que ha dedicado a la enseñanza del inglés hablan por sí solos», dijo tras señalar que Carrión «fue un profesor de vanguardia que utilizó recortes de prensa y canciones para enseñar inglés a sus alumnos».

La Universidad debería hacerle un reconocimiento,asintió a la propuesta del periodista Adolfo Iglesias, que ha escrito un libro sobre Carrión, quien a sus 90 años quiere retomar su diario y dice que las letras de los Beatles «eran una pesadilla porque eran difíciles de traducir. Me gustaría que en Cartagena hubiera guarderías inglesa, francesa y alemana para que los niños aprendan idiomas».