La sexta edición de la paella solidaria de Manos Unidas reunió ayer en el pabellón del polígono industrial Cabezo Beaza a alrededor de 900 comensales que colaboraron con su cubierto en el proyecto de ayuda y prevención del sida que se lleva a cabo en el estado indio de Bihar, por la ONG. Un proyecto que se desarrollará en un área de 30 kilómetros cuadrados e irá destinado a unas 9.000 personas que conviven con el sida para poder asegurarles una vida digna y que la comunidad viva sin la amenaza de contraer la enfermedad.

Así, la cita se desarrolló «de forma fantástica», según afirmó la delegada de Manos Unidas en Cartagena, Mercedes Sánchez Balsalobre, que recordó que los 15 euros que valía el cubierto incluía el aperitivo, el plato de paella, postre y dulces; y resaltó la colaboración de los 45 voluntarios, todos jóvenes cartageneros de 15 a 25 años, en la preparación de la comida y las instalaciones.

También la colaboración de los empresarios de la Asociación del Polígono Cabezo Beaza, que volvieron a colaborar con la ONG donando regalos, material y alimento para poder llevar a cabo la cita solidaria, que finalizó con una rifa entre todos los asistentes.

Sánchez Balsalobre recordó que Manos Unidas dispone de una cuenta en Cajamurcia donde el interesado puede colaborar y señaló que los ciudadanos que quieran participar como voluntarios con la ONG puede acudir a la sede de la organización en el número 4 de la calle Subida a San Antonio.