Los guerreros carthagineses volvieron a demostrar ayer que la Batalla por Qart-Hadast cayó del lado romano, pero que la que se libra en la Dársena de Cartagena, esa tiene señores y dueños. Y es que, por enésimo año, el equipo de remo púnico se alzó con la victoria en la ya tradicional Batalla Marítima de Carthagineses y Romanos, en una de las ediciones más reñidas de los últimos años, donde las tropas se impusieron a las legiones por apenas un bote tras un final de vértigo, remontando en la última vuelta.

En la parte femenina, las guerreras de Escipión lograron hacerse con la victoria también en una prueba de las más reñidas de los últimos años, pese a que la categoría femenina lleva escasas ediciones.

El responsable de Deportes de Federación, Antonio Cámara, reconoció el esfuerzo de los festeros, que acabaron con el acostumbrado baño en la Dársena.