Decenas de niños volvieron a recorrer las calles vestidos de blanco inmaculado con motivo de la celebración del Corpus Christi, sorprendiendo a turistas y visitantes que se cruzaron con la tradicional procesión que anima el centro en horario vespertino.

Un desfile que arrancó, como es ya habitual, desde la Iglesia de Santa María, tras la eucaristía que en la iglesia de Santo Domingo, a las cinco de la tarde, acogió a aquellos niños que este año han hecho la Primera Comunión. También el templo de Santa María celebró una misa a la citada hora, tras la que comenzó el cortejo que recorrió las calles Aire, Cañón, Mayor, plaza de San Sebastián, Honda, plaza de San Francisco, Palas y San Miguel.

Una vez finalizado el recorrido se realizó la bendición a los asistentes desde el balcón de la Real Sociedad Económica Amigos del País, así como en el interior de Santa María.

Las calles, engalanadas con altares gracias a la colaboración de las instituciones participantes, vivieron instantes curiosos con los turistas presentes en el centro de la ciudad, que no quisieron perder la oportunidad de inmortalizar un instante tan poco frecuente con sus cámaras fotográficas.