El abogado Juan Francisco Pérez Avilés, que defiende al gerente del Hotel Glamour de Pozo Estrecho de la acusación de dos mujeres que denunciaron que las obligaba a prostituirse, reprochó ayer a la Guardia Civil lo que considera una falta de respeto hacia la objetividad y la imparcialidad que debe predominar en la Justicia.

Pérez Aviles se quejó de que la Benemérita informara de que su cliente, José P. L., fue detenido en una redada contra la prostitución justo el día antes del inicio del juicio por un caso similar. El letrado resaltó que la operación se desarrolló hace una semana y reprochó a este Cuerpo que esperara a la celebración de la vista judicial para informar sobre la misma. «Resulta curioso y significativo que den una información de una redada que se hizo la semana pasada el día antes del juicio contra mi cliente para hacer coincidir su publicación con la celebración del mismo.

Entendemos que es intencionado. En un estado de derecho, creemos que debemos dejar que los jueces actúen con objetividad e imparcialidad.

Y estas intromisiones y filtraciones interesadas nada ayudan a la Justicia. Confiamos en la imparcialidad de la sala que nos va a juzgar, pero imagínense que fuera con un tribunal del jurado popular. Los prejuicios que podrían generar en personas de la calle estas informaciones tendenciosas e intencionadamente distribuidas el mismo día que comienza el juicio son evidentes», resaltó el abogado.

Finalmente, el juicio se suspendió porque el juez ordenó que se busque dónde se encuentran las mujeres que denuncian al dueño del Glamour, ya que son paraguayas, y su primera declaración sólo es válida en el juicio si certifican que se encuentran fuera de España. El fiscal pide 9 años de cárcel y la defensa que quede libre, «porque no ha forzado a ninguna mujer a prostituirse», según el letrado.