El traslado y la reforma del submarino Isaac Peral dejan de ser teoría para convertirse en realidad. Especialistas del Instituto de Patrimonio Cultural de España inspeccionarán el casco del sumergible el martes para determinar cuál es su estado real, según informa en su página web la Fundación Juanelo Turriano, que ha firmado un convenio con el ministerio de Defensa para colaborar en la financiación de la rehabilitación de esta importante pieza del patrimonio nacional.

La Fundación Juanelo Turriano asegura que este es el «primer paso del proyecto de traslado de la nave al edificio de grandes piezas del Museo Naval de Cartagena».

Los especialistas del Instituto de Patrimonio Cultural de España serán los encargados de valorar los daños que ha sufrido el casco del sumergible y de determinar cómo se puede llevar a cabo la rehabilitación del mismo. Este estudio podría tardar algunas semanas.

El objetivo del Museo Naval es que la remodelación del sumergible se lleve a cabo dentro de la nueva sala de grandes piezas, que es el antiguo taller de calderería del Arsenal y que se encuentra situado frente al antiguo Cuartel de Instrucción de Marinería (CIM), actual sede del centro museístico.

Esta sala tiene 85 metros de largo por 13 de ancho y en total dispone de una superficie de 1.200 metros cuadrados. En su interior acogerá el submarino Isaac Peral, además de los sumergibles Tiburón y Foca, que actualmente se encuentran en el Arsenal.

Este edificio los forman 21 arcos, que se cubrirán con cristales con el fin de que el sumergible se pueda ver perfectamente desde el exterior. De hecho, los responsables del Museo quieren que todos los ciudadanos sean testigos del proceso de rehabilitación.

El objetivo del traslado es proteger esta pieza única de la ingeniería naval.

El traslado del submarino se debe llevar a cabo de forma simultanea a las obras de remodelación de esta sala porque una vez que estas hayan concluido no podría por sus grandes dimensiones. El sumergible, debido a su longitud, debe introducirse por uno de los laterales antes de que se instalen los cristales.

La rehabilitación de este espacio museístico correrá a cargo del Instituto Superior de Enseñanza (ISEN), que ha firmado un convenio con el ministerio de Defensa por el que obtiene la cesión de la antigua sede del Museo Naval por 50 años a cambio de financiar estas obras.

El objetivo del Museo es que las obras comiencen cuánto antes para que el submarino se pueda trasladar y rehabilitar antes de septiembre del próximo año, cuando se cumple el 125 aniversario de su botadura.

El Ayuntamiento, el Museo y el ministerio de Defensa están preparando diversos actos conmemorativos con motivo de esta onomástica.

Por otra parte, el proyecto elaborado por el arquitecto José Manuel Chacón para la remodelación de esta sala contempla la instalación de un juego de luces especiales que transmitirán al espectador la sensación de que esta singular pieza se encuentra bajo el mar.

«La idea es que quien vaya a ver el sumergible por las noches tenga la sensación de que está bajo el mar, casi flotando», explica el arquitecto José Manuel Chacón.

Aunque no es definitivo que estas luces se puedan instalar en la primera fase de las obras debido a la crisis económica.

«Queremos hacer lo máximo posible con el menor dinero. La situación económica es muy complicada. La idea está ahí, incluida dentro del proyecto, pero hay prioridades. Lo primero es cerrar y lo segundo la climatización», destaca José Manuel Chacón. La climatización debe ser especial para garantizar que el submarino se encuentra en las mejores condiciones de mantenimiento.