´Ad utrumque paratus´ (Preparados para todo). Ese es el lema del arma submarina de la Armada española, que contrasta con el hecho de que desde este fin de semana se haya quedado sin ninguno de sus sumergibles disponible. El ´Galerna´ era el único operativo estos días, pero el sábado se trasladó de su base en el Arsenal de Cartagena al muelle de cruceros para abrirlo a las visitas al público y, durante la maniobra de atraque, colisionó con el pantalán del muelle y, al parecer, sufrió daños en el casco y una pequeña fuga de combustible.

Inspeccionado por buzos

La avería fue suficiente para que el jefe de operaciones de la Base de Submarinos decidiera su regreso al Arsenal, después de que unos buzos inspeccionaran el estado del casco. De este modo, se suspendieron las visitas a esta nave que, ahora, tendrá que repararse para que vuelva a estar completamente operativa.

El ´Galerna´ es uno de los tres submarinos que posee actualmente la Marina española, después de que hace años se dieran de baja los cuatro de la vetusta serie 60 y de que ya se haya aprobado retirar de la lista de buques oficiales el ´Siroco´ a finales del presente mes de junio, debido a la falta de fondos para acometer su gran carena, una profunda revisión y sustitución de sus equipos necesaria y obligatoria para prolongar su vida útil sin riesgo para sus tripulaciones.

Los dos restantes submarinos de la serie 70 son el ´Mistral´ y el ´Tramontana´. El primero de ellos está actualmente en plenas obras de la gran carena en Navantia, mientras que el segundo está en una parada programada para una revisión más sencilla equivalente a una ITV del coche que se lleva a cabo cada tres o cuatro meses y que dura aproximadamente un mes.

La escasez de unidades y su ´edad´, están cerca de cumplir los 30 años en activo, hacen prever que estas dificultades se prolonguen hasta la entrada en servicio la nueve serie 80, prevista para 2015.