El comercio local ha experimentado en cinco años un cambio determinante que tiene nombre propio: Espacio Mediterráneo. Este centro comercial, que se abrió en mayo de 2007, celebra su quinto aniversario manteniendo el número de visitantes en unos siete millones anuales y con 110 comercios abiertos, de los 125 locales que disponen.

A esto se une el hecho de que el 20 por ciento de los visitantes que reciben son extranjeros. «Hemos cambiado el comercio local. Hasta que abrimos, la gente estaba muy acostumbrada a irse a Murcia o a otros lugares de compras. Hay mucha gente joven que trabaja que no podía adaptarse al horario habitual y nosotros le hemos ofrecido lo que necesitaban. Con la puesta en marcha de Espacio Mediterráneo, Cartagena se ha incorporado al resto de España en lo que a comercio se refiere», explica Ana Fayos, gerente del centro comercial Espacio Mediterráneo.

El número de puestos de trabajo que han creado de forma directa asciende al millar, mientras que si se suman los de Parque Mediterráneo, ronda los 1.500. «A esto hay que unirle los empleos indirectos, que son casi unos tres mil. Todo lo que hemos hecho por la ciudad han sido beneficioso. Además, estamos muy vinculados al centro de la ciudad y a todas sus instituciones», precisa Ana Fayos.

Empresarios

El presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Cartagena (COEC), Pedro Pablo Hernández, comparte la visión positiva de Ana Fayos. «La puesta en marcha de Espacio Mediterráneo ha supuesto la consolidación de Cartagena como espacio comercial. Todo lo que haga que Cartagena se convierta en un referente, posicionándola como lugar de compras, ya sea este centro comercial o el casco antiguo, es muy positivo. Hay que seguir trabajando para entre todos superar la crisis en la que nos encontramos inmersos», destaca el presidente de la patronal.

Los pequeños y medianos comerciantes no se muestran tan optimistas al hablar de la importancia que ha tenido Espacio Mediterráneo en la ciudad y recuerdan que muchos empresarios se han visto obligados a cerrar sus negocios. «Se incrementó la oferta comercial con un número de metros cuadrados desmesurados y muchos no pudieron superarlo y cerraron en los primeros años», destaca Antonio Sánchez, presidente de los pequeños y medianos comerciantes.

Posteriormente, la convivencia entre el comercio tradicional y el centro comercial se estabilizó. «Aunque ahora quieren volver a romper las reglas del juego. Si esto sigue así, al final el mundo estará en manos de veinte multinacionales y todos trabajaremos para ellas. Se acabará la competencia y todos saldremos perdiendo», destaca Antonio Sánchez Arenas.