La rehabilitación de la escalinata de Víctor Beltrí en la Muralla del Mar está ya terminada y, en breve, el ayuntamiento de Cartagena recibirá la obra, avanzó ayer el concejal de Infraestructuras, Francisco Espejo, quien destacó que los trabajos se han llevado a cabo sin ningún problema. «Se ha hecho una remodelación importante porque la escalera estaba bastante deteriorada. Además, la obra ha estado coordinada con la dirección general de Cultura», dijo.

La remodelación de la escalinata comenzó el pasado agosto, aunque un mes antes los técnicos de la empresa Pavasal -adjudicataria del proyecto- iniciaron la definición de planos. Esta escalinata, que es un elemento emblemático de la geografía urbana de la ciudad, fue construida por el arquitecto modernista Víctor Beltrí en 1914. Se trata de un añadido arquitectónico a la Muralla de Carlos III, declarada Bien de Interés Cultural (BIC).

El principal objetivo de los trabajos era frenar la debilitación de la estructura, darle seguridad y retomar la estética de esta obra. Así, las losas intermedias de la escalinata han sido sustituidas por otras nuevas y más resistentes traídas de la cantera del Cabezo Gordo.

También se han rehabilitado los antepechos que se encuentran en ambos laterales de la escalera y que fueron añadidos posteriormente en los años 70. De esta forma, la escalinata ha recuperado el diseño original de Víctor Beltrí, que había creado una estructura sostenida sólo por tres pilares.

El proyecto de rehabilitación adjudicado a la empresa Pavasal S.A. con un presupuesto de más de 161.000 euros ha incluido la reparación de todas las vigas, nervios y losas de la escalera que estaban en mal estado. Además, la actuación se ha completado con una limpieza mediante chorro de arena en el entorno ocupado por la escalera.

Botellas y orines

Estas obras, que eran una asignatura pendiente del equipo de Gobierno del ayuntamiento de Cartagena, también se han centrado en la restauración de la barandilla que no ofrecía ningún tipo de protección a los peatones. En los últimos años han sido muchos los vecinos que han denunciado el mal estado de la escalinata, que incluso servía de refugio a los jóvenes para hacer el botellón y que también era utilizada como urinario público.

En cuanto el Ayuntamiento compruebe que la obra se ha llevado a cabo, según el proyecto previsto, la recibirá y se retirarán las vallas de protección que en la actualidad tapan la escalinata.