«Quiero seguir viviendo muchos años para ayudar más a todas las personas que tienen enfermedades mentales y a sus familias», asegura Francisco Morata Andreu a sus 80 desde la residencia en la que se aloja hace más de dos meses y donde se recupera tras sufrir un ictus cerebral. La misma residencia a la que le llamó la alcaldesa Pilar Barrairo para comunicarle que había sido proclamado Cartagenero del Año 2010.

La distinción reconoce el hecho de que pocas personas han trabajado tanto por el cuidado y bienestar de los enfermos mentales en Cartagena y en España como Francisco Morata, quien recuerda cómo en 1992 fundó la Asociación para la Integración Comunitaria de Enfermos Mentales de Cartagena y Comarca (Apices), de la que sigue siendo presidente y cómo hace doce años también se puso al frente de la Confederación Española de personas con Enfermedad Mental. Durante todo ese tiempo, el cenyro que la asociación tiene en Santa Ana ha acogido y hecho la vida más fácil a cientos de discapacitados mentales y a sus familias.

Además, fue concejal con el Partido Cantonal entre los años 1979 y 1991. Y ejerció como teniente de alcalde durante la última legislatura en la que participó, y en la oposición en las anteriores. «Los cartageneros nunca quisieron al PCAN. Lo votaron, pero después no los querían», sostiene Morata, a la vez que afirma que lo que aprendió como político le sirvió para saber cómo ayudar a la gente. El premio, que alcanza su 40 edición, lo otorga el Centro de Iniciativas y Turismo con el Ayuntamiento.