«Nuestra salud no es un negocio» y «Estos chorizos nos roban la salud» fueron las consignas más coreadas por el millar de personas que participaron ayer en la manifestación convocada por la Plataforma para la Defensa de la Salud Pública para rechazar los recortes en esta materia y la privatización de servicios médicos, así como para defender el mantenimiento del Rosell como segundo hospital de referencia para Cartagena.

Pese a que algunos de los manifestantes se quejaban de que no hubiese acudido más gente a la protesta, lo cierto es que se logró convocar a más de mil personas que pasadas las seis de la tarde recorrieron el eje que separa la plaza de España y la plaza del Ayuntamiento, donde se leyó un manifiesto con las reivindicaciones en materia sanitaria.

Los participantes en la manifestación, que dedicaron una ´pitada´ a la consejera de Sanidad, María Ángeles Palacios, expresaron su rechazo a cualquier forma de copago para la Sanidad y a la privatización de servicios como forma de ahorro. Además, reclamaron que el hospital del Rosell no sea «desmantelado» después de la apertura del de Santa Lucía y que se mantenga como segundo hospital de la ciudad. «No queremos que se convierta en un apéndice del de Santa Lucía, sino que cuente con todos los servicios necesarios para atender a la población», señalaron.

Ademas, exigieron que los aparcamientos de los hospitales de Santa Lucía y Los Arcos, en San Javier, sean gratuitos tanto para los pacientes como para los trabajadores, «porque se ha construido en suelo público con fondos públicos», afirmaron.

A la marcha acudieron representantes políticos y sindicales, como el secretario general del PSOE de Cartagena, Antonio Martínez Bernal, y la portavoz municipal socialista, Caridad Rives; el portavoz municipal de IU-Verdes, Cayetano Jaime Moltó; el de Movimiento Ciudadano, José López, y el secretario comarcal de UGT, Fulgencio Andreu, así como el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Cartagena, Leandro Sánchez, entre otros.