Barcos, pinturas navales, trajes de marinos de diferentes épocas, maquetas de submarinos y otros tesoros marinos van conquistando poco a poco las salas de la nueva sede del Museo Naval, ubicada en el antiguo Cuartel de Instrucción de Marinería. Las paredes en blanco y los espacios vacíos forman parte del pasado. En apenas cuatro meses, los responsables del Museo han trasladado más de quinientas piezas a este nuevo espacio expositivo, atrayendo cada día a más visitantes.

«Hemos comprobado que el número de visitantes a la sede del CIM va creciendo de forma progresiva, mientras que los de la antigua sede van reduciéndose», explica el director del Museo, Jorge Madrid.

Mucho tiene que ver en esta evolución las numerosas actividades que se están organizando en la nueva sede. Sin ir más lejos, este fin de semana se celebra un bautismo de mar para todos los visitantes del CIM.

Quienes deseen participar tendrán tres barcos latinos a su disposición; el ‘10 de marzo’, de la Asociación de Amigos de la Vela Latina de Cartagena; el ‘27 de agosto’, del Club Náutico de Los Nietos; y el ‘Malasombra’, del Club Náutico de Santa Lucía.

El bautismo se celebrará entre las 10.00 y las 13.30 horas el sábado y el domingo. Las tres embarcaciones estarán atracadas para la ocasión frente al antiguo Club de Regatas. «Los visitantes sólo tendrán que pagar un seguro, que cuesta dos euros por persona, y que abonarán aquí en el Museo», explica Jorge Madrid.

La duración del paseo por la dársena no se ha establecido ya que dependerá del número de personas que deseen participar en este evento. «Pensamos que esta es una buena forma de complementar la exposición de pinturas sobre vela latina que tenemos actualmente», destaca el director.

A esto se une la celebración del segundo taller de nudos que celebran miembros del Museo en el antiguo Fuerte de Navidad en colaboración con Cartagena Puerto de Culturas el domingo.

Esta actividad se organiza con motivo del décimo aniversario de Puerto de Culturas. «Por esta razón hemos instalado una sala de navegación en el Fuerte que está atrayendo a numerosos visitantes. Tiene un gran éxito», afirma Jorge Madrid.

Pero no todo son actividades externas. La nueva sede del Museo va cobrando vida de forma progresiva. De hecho, quien quiera disfrutar de la sala de pintura naval deberá dirigirse a este centro ya que en la antigua sede de Menéndez Pelayo ya no hay fondos referidos a este tema.

«No hemos expuesto todas las pinturas que tenemos. Queremos que prime la calidad sobre la cantidad», destaca Madrid mientras pasea junto a los cuadros que embellecen una de las salas principales del CIM.

También allí se han trasladado parte de las piezas de la sala de submarinos, como algunos de sus buzos más insignes.

Para el traslado de las 3.500 piezas pendientes no hay fecha. «Seguimos trabajando de forma callada. Cada día o cada semana vamos trayendo cosas. Hay piezas que son especialmente delicadas y que requerirán la contratación de empresas especializadas para su traslado. De momento vamos haciendo las cosas poco a poco, pero sin pausa. Trabajamos calladamente como se puede comprobar», afirma Madrid.

El personal del Museo, en concretos los responsables de administración, talleres, restauración y demás ya trabajan en la nueva sede, que cuenta con un total de 2.500 metros cuadrados para exposiciones. También dispone de un salón de actos, tienda y de una novedosa sala de descanso para los visitantes. El proyecto íntegro se completará con la sala de grandes piezas, que tendrá que esperar a que haya fondos.