Los interesados en ayudar a los científicos a escudriñar el cielo y detectar asteroides ya pueden hacerlo desde casa y con su ordenador a través de una sencilla aplicación del Observatorio Virtual Español (www.laeff.cab.inta-csic.es). El director de este proyecto es el investigador cartagenero Enrique Solano, que impartió ayer una conferencia invitado por la CAM y la Asociación Astronómica de Cartagena con motivo de las XVI Jornadas de Astronomía.

Este proyecto recuerda un poco al que diseñó la NASA para la búsqueda de señales de vida inteligente (SETI), en el que se utilizaron miles de ordenadores personales de todo el mundo.

Sí, el programa del proyecto SETI se puede considerar el precursor. La idea es acercar la ciencia a todo el mundo y en este caso, nuestro proyecto es más activo, no se trata de dejar al ordenador sólo analizando datos, sino en descubrir asteroides y ayudar a perfilar sus órbitas.

¿Hace falta alguna habilidad especial para participar en la búsqueda de asteroides?

No, no se requiere ningún tipo de conocimiento específico, puede participar cualquier persona, basta entrar en la página del Observatorio Virtual Español. Hay que matizar que una cosa es descubrir un asteroide y otra concretar su órbita. Hacen falta datos de días, semanas, meses, no sólo del presente, sino del pasado, para determinar la posición de un objeto celeste. Los participantes recibirán imágenes con cuatro secuencias del mismo sector del cielo nocturno tomadas con unos minutos de diferencia. Si detectan alguna diferencia, algún cuerpo que haya cambiado de posición, deberán marcarla con un cursor. Toda la información que se obtengan se enviará a publicaciones científicas, que recogerán el nombre de los participantes.

La potencia conjunta de la cantidad de ordenadores personales que existen es aprovechable para este tipo de proyectos, ¿no es así?

El análisis de estas imágenes es un trabajo muy rutinario como para que lo hagan unas pocas personas. La participación masiva de los ciudadanos, como ocurrió con SETI, hace este trabajo mucho más fácil. En ese proyecto se llegó a alquilar franjas horarias a Amazon, con un gran potencial informático, para analizar datos. En el futuro podemos pensar en más iniciativas así dada la capacidad de computación de los hogares y la conexión a internet.

Pero, ¿en realidad existe asteroides que pueden causar una catástrofe si colisionan con la Tierra o se trata de profecías apocalípticas sin base científica?

El último choque de un gran asteroide con la tierra fue hace 65 millones de años, cuando se extinguieron los dinosaurios. No ocurre con frecuencia, pero el riesgo está ahí, hay que tener en cuenta que hay ocho mil asteroides que pueden cruzar o que cruzan la órbita de la tierra, y hay que localizarlos bien y determinar sus órbitas. Ahora mismo, en este momento, no hay riesgo de que ninguno de dimensiones considerables vaya a colisionar contra nosotros. En 2004 sí se descubrió hubo uno, Apofis, con una probabilidad de un 3% de colisionar con La Tierra en 2029. Esas piedras están ahí y hay que censarlas y caracterizarlas para poder estar tranquilos.

En caso de que existiese una posibilidad mucho más alta de colisión, ¿existen medios para evitarla, por ejemplo como se recoge en películas como ‘Armageddon’?

En caso de que existiera riesgo de colisión, en este momento tenemos poca capacidad de maniobra. Pero además, utilizar una carga nuclear podría agravar el problema, se podría convertir un asteroide gigante en cien medianos. Además, se están estudiando otras soluciones, aunque todas están aún sobre el papel. Una de ellas sería utilizar esas mismas cargas nucleares, pero para desviar la trayectoria del asteroide; también se ha hablado de enviar una nave que colisione contra él para que le empuje. Incluso, después de conocer la composición del asteroide, enviar máquinas que cavasen grandes agujeros para que modificase su masa y desviar también su trayectoria, pero ya digo que todo eso está en el papel todavía.