¿Qué fue lo que lo impulsó a participar en el movimiento vecinal de Cartagena?

Mi compromiso social y el hecho de que yo detectaba muchas deficiencias en mi ciudad y en mi barrio y su entorno y la asociación de vecinos era una forma de canalizarlas. Pensaba que la ciudad no estaba hecha para el disfrute de los vecinos, sino diseñada para posibilitar la movilidad y accesibilidad de los coches. Lo que más echaba en falta era el transporte público de calidad, máxime si lo comparaba Cartagena con otras ciudades europeas que había visitado.

¿Después de trece años sigue pensando lo mismo?

Detecto algunas de esas mismas deficiencias y otras más, pero además tengo mayor preocupación y más conciencia, máxime en estos tiempos en los que se esta produciendo un ataque frontal a los pilares fundamentales del Estado de Bienestar. La sanidad y la educación públicas, los servicios que tantos años nos ha costado conseguir y que ahora pueden acabar dilapidados en poco tiempo.

Pero, ¿algunas cosas han cambiado durante todos esos años?

Sí, pero no de la manera en que a mí me hubiera gustado. Ha mejorado el transporte público y también los equipamientos en barrios y diputaciones, que antes eran inexistentes. Se ha puesto en valor el turismo, pero echo en falta un diseño de ciudad integral. La movilidad y la accesibilidad siguen siendo muy deficientes. Los cambios que se han producido no son proporcionales al tiempo que ha pasado. La Federación propuso hace 10 años la creación de tres carriles bici: sólo existe uno que está mal hecho y además es un peligro.

¿De socio en el colectivo de Los Dolores a presidente de la Federación?

Sí. En 1998 me integré como vocal de Formación en la Federación y poco a poco fui asumiendo diferentes materias. Después me nombraron vicepresidente y sustituí a Vicente Rosique cuando el no podía. Cuando él dimitió, yo asumí la presidencia. Además, a finales de 2010 me designaron como presidente de la Confederación Regional de Federaciones de Asociaciones de Vecinos (Cavemur).

¿Cuántas asociaciones integran la Federación y cuánta gente participa en el proyecto?

Alrededor de un centenar. Son 98 asociaciones que aglutinan en torno a 85.000 personas.

¿La Federación ha evolucionado a la par que la sociedad?

Ha aumentado su presencia en la ciudad y en la comarca. Ha pasado de ser una absoluta desconocida a tener una presencia importante y no sólo a nivel de las administraciones, sino también en el ámbito ciudadano. Pasamos de la sede de la Urbanización Mediterráneo a la nueva de Santa Lucía, pusimos en marcha la web: www.favcac.com y estamos presentes en Facebook. La Federación ha demostrado que va con su tiempo e incluso por delante. En 2000 presentamos un plan de movilidad al equipo de Gobierno y a los grupos municipales y diez años después seguimos estando en precario. Apostamos por el medio ambiente, no sólo el natural, sino también el urbano e impulsamos campañas de reciclaje. Fuimos los primeros que promovimos la recogida del aceite doméstico. Creamos la primera plataforma Pro Alejamiento de Antenas de Telefonía Móvil y estamos trabajando con el Ayuntamiento en la nueva ordenanza reguladora de estas instalaciones. Creo que la Federación ha ido muy por delante. Apostamos por un consumo responsable del agua y denunciamos su subida. Luchamos por el nuevo hospital de Santa Lucía y porque el Rosell no sea un apéndice de éste, sino un segundo hospital con su cartera de servicios y su puerta de urgencias. Exigimos el desdoblamiento del Área II de Salud, al igual que en Murcia existen tres hospitales de referencia. Se van a repetir las carencias. Antes era Rosell-Naval y ahora será Santa Lucía-Rosell. La puerta de Urgencias de

Santa Lucía acabara saturándose.

88.000 vecinos en una población de más de 211.000 habitantes censados, ¿qué falla?

El movimiento vecinal es muy muy democrático, pero también anárquico en algunos sentidos. Los estatutos de las asociaciones y de la Federación son diferentes y eso juega en nuestra contra. Tenemos mucha relación, contacto diarios y visitas, pero el debito es que cuando organizamos actividades falta participación de las asociaciones federadas. El cartagenero no le saca partido a la Federación ni a las asociaciones por desconocimiento y porque hasta que no le duele a cada uno en su bolsillo, no reaccionan y entonces ya es tarde.

¿Cuál es su principal objetivo en esta nueva etapa?

Llegar a los ciudadanos y no sólo a nuestros socios, a través de nuestros servicios. Aprovechar nuestra infraestructura y las nuevas tecnologías para trabajar también con los movimientos sociales de la ciudad con el fin de darnos a conocer y volver a crear esa red social que perdimos tras la transición a la democracia. Con las juntas vecinales se intentó restar fuerza al movimiento vecinal desmembrándolo y subvencionándolo fuertemente. Pero ahora, estoy convencido de que la crisis nos va a unir. La gente se queja de que no tiene dinero. Los movimientos vecinales acuden a la Federación y es el momento de recuperar es red social. Otro debito pendiente es involucrar a los jóvenes. En mi nueva junta directiva habrá unas 25 personas y quiero que al menos seis sean jóvenes.

¿Qué opina de la subida de impuestos que propone la edil de Hacienda para cuadrar el gasto?

Nos vamos a oponer frontalmente a que suban los impuestos y no con una nota de prensa, sino con movilizaciones. No estamos conformes con subidas que gravan el bolsillo ya castigado de los cartageneros que benefician única y exclusivamente a empresas como Lhicarsa, Aquagest o Alsa para que no pierdan beneficios o los incrementen. No es de recibo que el agua sea más cara en Cartagena que en el resto de España Pensamos que haya que ejercer una mayor control de las concesionarias municipales con auditorias externas e internas y no sólo económicas, sino de control y de gestión. Además, queremos que la Federación participe en los consejos de administración de estas sociedades, al menos de las mixtas y que el Ayuntamiento renegocie esos contratos a la baja, ya que se hicieron en época de bonanza. Si vemos que el Ayuntamiento no reacciona empezaremos a movilizarnos. Ya lo dije en la última directiva y se lo advertimos a la concejala de Hacienda.

¿Los vecinos de los barrios y diputaciones se sienten integrados en el municipio?

Una gran mayoría no se sienten cartageneros. El dinero del plan de barrios de la Comunidad debería servir para evitar la discriminación entre los barrios y la ciudad. La zona oeste es la gran olvidada,la más extensa y desfavorecida.

¿Nueva junta en El Algar?

Creemos en la descentralización, pero no deben ser un reflejo de los votos obtenidos por los partido. Para designar a su presidente debería usarse una tercera urna o modificar la ley de Régimen Local para dar más importancia a los representantes sociales.