El cierre del comedor social de El Buen Samaritano ha obligado al Ayuntamiento a buscar una solución para dar de comer a las trescientas personas a las que atendía esta ONG cada día. Y la ha encontrado en las instalaciones de la Hospitalidad Santa Teresa. De hecho, personal del Instituto Municipal de Servicios Sociales colgó ayer por la mañana varios carteles en la fachada de El Buen Samaritano en los que informaba que a partir del viernes, los asiduos a este comedor social de la barriada Virgen de la Caridad podrán acudir al ubicado en el barrio de San Antón.

El concejal de Atención Social, Antonio Calderón, aclaró que se trata de una solución de emergencia y provisional. «Al conocer la noticia del cierre de El Buen Samaritano, hemos tenido el ofrecimientos de dos entidades como son la Hospitalidad Santa Teresa y el comedor de Cáritas San Diego y, tras reunirme con los coordinadores para analizar la situación, hemos creído oportuno que lo mejor era atender a toda esta gente en la Hospitalidad Santa Teresa», comentó.

No obstante, Calderón adelantó que ya están trabajando en la habilitación de un nuevo comedor social que solucione de forma definitiva la atención a las personas que no tienen cubiertas sus necesidades básicas gracias al ofrecimiento de varias entidades, aunque prefirió no dar más detalles al respecto. «Debemos ser prudentes para llegar a un buen fin, pero no podemos hacer que la Hospitalidad Santa Teresa soporte esta carga durante mucho tiempo», dijo.

Asimismo, el concejal explicó que muchas de las personas que acuden a diario a El Buen Samaritano no tendrían la necesidad de hacerlo, ya que podrían acogerse a las ayudas que concede el Ayuntamiento a las familias para cubrir sus necesidades. «A veces por desconocimiento y a veces por comodidad, no hacen los trámites para solicitar estas ayudas», apuntó Calderón, quien animó a estas personas a acercarse a Servicios Sociales a informarse.