Reducir el daño que provocan los residuos mineros en el litoral del Mar Menor es posible a un coste razonablemente reducido gracias al proyecto desarrollado por un grupo de investigadores de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT). Estos docentes, que pertenecen a la Escuela de Ingeniería Agronómica, proponen utilizar residuos calizos de la industria del mármol combinados con una especie autóctona de la zona, la Sarcocornia fruticosa, conocida como almarjo, para fijar los metales pesados.

De esta forma, se disminuye la movilidad de los metales pesados en el suelo. Además, se favorece el crecimiento de la planta y se contribuye a que esta retenga los metales en las raíces, en lugar de ser transportados a los tallos y hojas. Así se reduce el riesgo de que los metales sean ingeridos por animales y puedan pasar a la cadena alimentaria.

«Habría otras opciones como llevarse los materiales contaminantes en camiones a vertederos, pero eso sería carísimo», explica José Álvarez

Rogel, investigador responsable del proyecto.

En el entorno del mar Menor hay más de mil hectáreas afectadas por residuos mineros. «Realmente son un problema de salud ambiental.

Nosotros proponemos estabilizarlos utilizando un subproducto de la industria del mármol. Lo que ocurre es que hay que conocer muy bien el

tipo de suelo y el tipo de contaminante para proponer la solución adecuada», señala José Álvarez.

Este proyecto ha ganado el premio de Urbincasa a la innovación ecológica dotado con seis mil euros.

El jurado ha elegido esta propuesta porque da salida a la gestión de residuos de la industria del mármol y elimina el daño que los metales

pesados están provocando en el entorno del Mar Menor.

«El premio es un acicate para seguir trabajando en este trabajo de gran calidad. Es importante para que nuestro país coja el tren de la innovación que las empresas caminen junto a la universidad y eso es lo que tratamos de hacer desde Urbincasa», explicó ayer durante la entrega del galardón Francisco José Cervantes Tous, director general de Urbincasa.

Los investigadores que han participado en este proyecto son José Álvarez, Nazaret González, Mari Carmen Tercero, Consuelo Egea y Héctor Miguel Conesa.

La investigación se ha desarrollado en el seno de varios proyectos del grupo de Agroquímica, Tecnología y manejo de Suelos y Sustratos, financiados por la Fundación Séneca y por el ministerio de Ciencia y Tecnología. Los ensayos de este proyecto se han llevado a cabo durante los tres últimos años en la Estación Experimental Agroalimentaria Tomás Ferro con suelo contaminado procedente del saladar de Lo Poyo, según José Álvarez.

Los resultados de este proyecto son aplicables a zonas contaminadas por residuos mineros como Lo Poyo o la bahía de Portmán, aunque de momento no se está aplicando. «Hace falta dinero, que no hay», afirma José Álvarez.