La OTAN despliega durante diez días todo su potencial en Cartagena para el ejercicio Bold Monarch, una gran simulacro de rescate de la dotación de un submarino hundido que se celebra cada tres años y cuyo principal objetivo es evitar tragedias como la vivida en el hundimiento del sumergible ruso Kursk, en el que murió toda su tripulación.

De hecho, el ejercicio Bold Monarch surgió a raíz de ese trágico episodio, aunque es la primera vez que los rusos, que colaboran con la OTAN en las maniobras, aportan un submarino para su desarrollo.

Trece buques de nueve países diferentes, cuatro submarinos, incluido el español Galerna, paracaidistas, aviones y todo tipo de especialistas en rescate submarino de todo el mundo participan en el macroejercicio, al frente del cual está la Marina de los Estados Unidos y en el que la Armada española juega el importante papel de anfitrión con Cartagena y La Manga del Mar Menor como escenarios.

También se implica el Servicio Murciano de Salud, que habilitará los hospitales de Santa Lucía, del Mar Menor y de la Arrixaca para siste supuestas evacuaciones de la dotación del submarino siniestrado.

Los medios especializados de rescate, unidos a la mayor apertura de Rusia, escarmentada con la tragedia del ´kursk´, hacen posible más factible que haya supervivientes en caso de que se produzca una tragedía similar. Y es que el Bold Monarch adiestra a un grupo de más de 25 países de la Alianza y de fuera de ella para intervenir en el hundimiento real de un submarino en cualquier lugar del mundo en el que se produzca.