El joven empresario hostelero Miguel García Ros se ha hecho con el local de la vieja bodega ´La Uva Jumillana´ que explotará en régimen de alquiler durante los próximos 70 años, según el pliego de condiciones del concurso convocado por el ayuntamiento de Cartagena. El joven empresario cartagenero tiene previsto abrir el establecimiento el próximo julio recuperando el ambiente de la antigua bodega.

El concejal de Urbanismo, Joaquín Segado, ya ha firmado la adjudicación provisional del concurso a García Ros en los próximos días se rubricará la adjudicación definitiva.

Tal y como establecía el pliego de condiciones, el nuevo adjudicatario depositará un aval de 600 euros y pagará un alquiler mensual al Ayuntamiento de 1.100 euros y, a cambio de la concesión, se compromete a remodelar el establecimiento que mantendrá el mismo nombre de antaño.

García Ros aún no ha cuantificado el coste de la rehabilitación del inmueble, de unos 65 metros cuadrados de superficie, «pero rondará los cien mil euros aproximadamente. Quiero mantener las vigas de las colañas originales y me gustaría recuperar el antiguo suelo hidráulico», dijo.

Según los cálculos del empresario, las obras tendrán un plazo de ejecución de dos meses, con lo que espera que estén finalizadas para el próximo mes de julio. «Los aseos hay que hacerlos nuevos porque estaban para tirarlos. Además, hay que facilitar el acceso de los minusválidos al establecimiento», apostilló.

Asimismo, la rehabilitación de la vieja bodega incluirá el pilar de fundición que había en el local, así como las paredes originales de piedra del mismo, que pertenecían a las antiguas caballerizas del Palacio de Molina. «El Ayuntamiento no quiere nada de acero ni de ventanales», dijo.

Sobre la decoración del establecimiento, García Ros avanzó que se centrará principalmente en la Semana Santa de Cartagena, aunque también habrá algunos carteles taurinos.

«Es la primera Semana Santa sin ´La Uva Jumillana´ y se trata de un establecimiento que ha sido emblemático para cientos de cartageneros que lo asociaban a las lágenas y reparos que tomaban en la antigua bodega mientras esperaban los desfiles o en la noche del Encuentro», argumentó.

García Ros quiere que el local tenga el mismo ambiente que tenía antiguamente y para eso está pendiente de conocer la fecha exacta de su apertura que data de antes de la Guerra Civil. «Queremos poner una placa conmemorativa de la fecha. Se trata de un local que ha sido lugar de reunión de los procesionistas por excelencia durante más de ochenta años», dijo.

Este empresario cartagenero tiene otro local abierto en el barrio de Los Dolores: la cervecería ´La Bombilla´ y también estuvo al frente de ´La Raspa´ en la Alameda de San Antón, local que cerró hace poco. Lleva seis años trabajando en el sector de la hostelería y está convencido de que rodeado de un buen equipo de personas, logrará que ´La Uva Jumillana´ vuelva a recuperar la solera que tuvo este bar del casco antiguo durante décadas