La Quema de Judas era un acto tradicional para poner fin a la Semana Santa en nuestra ciudad, y seguro que los lectores mayores la recordarán, bien por haber tomado parte en ella o por haber disfrutado de la misma siendo niños. El cronista Federico Casal en su libro sobre el folclore cartagenero le dedicó un apartado y lo denominaba ´Los Judas´. En el siglo XIX consistía en la quema el Domingo de Resurrección de unos muñecos de trapo rellenos de paja o virutas con profusión de explosivos, generalmente la cabeza era una gran olla de barro con careta carnavalesca de cartón y el cuerpo estaba completamente relleno de petardos que al incendiarse explotaban.

Ya en el siglo XX, en el año 1935, la prensa hablaba de la resurrección de la antigua y típica fiesta cartagenera Quema de Judas y se incluía en las Fiestas de Primavera de Cartagena, aunque el día de celebración variaba cambiándose a las diez de la noche del Sábado que entonces se denominaba de Gloria. Al parecer dejó de celebrarse aunque mucha gente no la olvidó y en 1944 se la podía ver de nuevo incluida en el programa de ese año.

Pero sin duda la gran transformación de la Quema de Judas y que hizo de ella una fiesta espectacular llegaría en 1950. Ese año fue el primero en el que se formó una auténtica gran cabalgata de los Siete Pecados Capitales, con alegorías relativas a los mismos y figuras grotescas. Algo accidentado fue el desfile pues se quemó por imprudencia la carroza de ´la Lujuria´ en la calle del Carmen y la de ´la Envidia´ no pudo salir. Cada carroza llevaba su acompañamiento musical, la construcción de éstas era bastante cara, e incluso el alquiler de vestuario también se llevaba una buena parte del presupuesto. Había de todo, cabezudos, chinos, piratas, guardias de tráfico, brujas, aldeanos, aragoneses, sevillanas, tiroleses, bomberos, cubanos, payasos, y además cada carroza llevaba a su frente un caballista que portaba un guión estandarte de diferente estilo, romano, griego, egipcio, y por supuesto los integrantes de cada una de ellas iban disfrazados de muy diversas maneras.

Los de las carrozas ´Soberbia´, ´Gula´ y ´Envidia´ iban disfrazados de guerreros romanos, los de ´la Avaricia´ de orientales, los de ´la Lujuria´ de griegos, los de ´la Ira´ de árabes y los de ´la Pereza´ de chinos. Además había comparsas disfrazadas de criados de época Luis XV o de romanos y la carroza de Judas llevaba una comparsa de demonios.

En el año 1961 siendo alcalde Federico Trillo se toma la decisión de suprimir la Quema de Judas y, aunque años más tarde se recuperaría, finalmente desaparecería, cosa nada extraña pues ése había sido su destino a lo largo de su historia en Cartagena.