Los israelíes temen que las revueltas populares en países de Oriente Medio se desvíen de su principal objetivo, la democratización de estos pueblos, y que sean ellos quienes paguen las represalias de los líderes de dichas naciones. Así lo afirmó ayer el portavoz de la embajada de Israel en España, Lior Haiat, quien admitió en Cartagena el «peligro» que representa para los israelíes que los levantamientos populares en países árabes como Túnez, Egipto y ahora Libia «acaben generando regímenes no democráticos que tomen como rehenes a estas naciones» y consideró que para evitarlo hay que apoyar a «los jóvenes que han generado esas revueltas», por su escaso apego al islamismo radical.

Haiat participó ayer como ponente en una de las conferencias del ciclo organizado por la Universidad Politécnica de Cartagena y la Asamblea Regional de Murcia sobre ‘Oriente Medio: Retos y Soluciones’ y ensalzó su valor en las actuales circunstancias de tensión en los países árabes.

A juicio de Haiat «el proceso de democratización abierto en estos países es positivo y, pese a que este tipo de oportunidades conlleva una amenaza, lo que hay que hacer es afrontarla». Para contrarrestarla hay que tener en cuenta, en su opinión, que ninguna de las revueltas ha sido generada claramente por movimientos islamistas y, a partir de ahí, brindar el apoyo a las nuevas generaciones de árabes que apuestan por la democratización. «Hay que tratar de cambiar esa concepción que tiene los países árabes de que Israel es el enemigo», resaltó.