La comunidad islámica de la diputación de La Aljorra se ha encontrado un lechón ensangrentado ante la puerta del local que acogerá su futura mezquita. El imán restó ayer importancia a este hecho e insistió en que la convivencia entre la población musulmana que reside en esta diputación y los vecinos siempre ha sido cordial y nunca han tenido problemas.

Sin embargo, el presidente de la asociación de vecinos de La Aljorra, Francisco Cavas, sí admitió que en el pueblo hay varias personas que no quieren que se construya la mezquita allí. «Sé que hubo un denuncia porque no tenían licencia para iniciar las obras y la Policía Local las paró», señaló.

El citado animal apareció muerto ante la puerta del local el pasado martes. Al parecer, y según las declaraciones del imán de la mezquita, «fue el chófer del autobús que recoge a los niños que van al colegio el que encontró al lechón a primera hora de la mañana y llamó a los guardias», dijo.

El citado local ubicado al final de la calle Camino ha sido alquilado por la comunidad islámica este mes. Anteriormente, en este espacio se ubicaba un gimnasio, pero el propietario tuvo que echar la persiana por la escasez de clientes. De hecho, el presidente vecinal subrayó que algunos residentes se han molestado con el dueño del local por habérselo alquilado a la comunidad musulmana.

«Llevamos 15 años aquí. Tenemos otra mezquita, pero se nos ha quedado pequeña y necesitamos otro espacio más amplio para orar. Cuando llega la época del Ramadán, la gente tiene que rezar en la calle porque no tiene sitio dentro y no queremos que eso ocurra. Por eso vamos a ampliarla utilizando el nuevo local. La próxima semana obtendremos la licencia municipal para las obras», aseguró el imán.

Pese a que quiso restar importancia a este incidente, sí reconoció que ha molestado a varios miembros de la comunidad. «No sabemos quién lo ha podido poner aquí. Puede que lo arrojasen desde un camión, pero no pasa nada. Está fuera del local y no molesta», añadió.

Aunque el presidente de la comunidad islámica quiso restar importancia al asunto, lo cierto es que entre los vecinos de La Aljorra el citado lechón ha sido la comidilla del pueblo. «La gente no quiere hacer declaraciones. No tienen ningún problema con los musulmanes, pero temen que la calle se llene de gente y no les gusta», indicó Cavas.

Este periódico intentó, sin éxito, conocer la opinión del presidente de la Federación Islámica de la Región (FIRM), Said Alanjari, quien, al parecer, no tenía conocimiento de lo sucedido en La Aljorra.

Fuentes de la Guardia Civil de Murcia informaron ayer a esta redacción de que tenían constancia de los hechos, pero que al no haberse presentado ninguna denuncia, no se ha iniciado investigación alguna.