El conflicto que la Cámara de Comercio de Cartagena mantiene con la de Murcia por uno de los puestos de consejero en la Autoridad Portuaria se encuentra en punto muerto. Ni Miguel Martínez se ha puesto en contacto con su homólogo murciano, Pedro García-Balibrea, para intentar llegar a un acuerdo sobre quién se ha de sentar en el consejo, ni viceversa. «Las cosas están en ´stand-by´», aseguraba ayer Miguel Martínez, quien añadió que también está en suspenso la creación de un Consejo Regional de Cámaras, que sería el organismo que decidiría sobre la representación de estas instituciones en el organismo portuario. Además, el futuro de las Cámaras «es incierto por el decreto que aprobó el Gobierno y estamos a la expectativa», añadió.