La psila, un diminuto insecto hemíptero del tamaño de una mosca, conocido como macrohomotoma gladiata, ó más comúnmente como chinche se ha convertido en el mayor azote de los ficus de hoja pequeña de calles y avenidas de la ciudad. Se trata de una plaga de nuevo cuño que ataca a las plantas ornamentales y que lleva de cabeza al personal de Parques y Jardines del ayuntamiento de Cartagena.

Este insecto ataca, entre otros árboles a los ficus microcarpa y a los ficus nitida y se extiende muy deprisa. «En Cartagena se localizó por primera vez en 2009 en una obra de la calle Ángel Bruna y, probablemente, por las condiciones climáticas de esta zona que son propicias a la proliferación de esta especie, se ha extendido a un gran porcentaje de ficus aún difícil de cuantificar», indicaron a esta redacción fuentes municipales.

En estos momentos, la plaga se ha extendido a los ficus de la calle Jorge Juan, circunstancia que ha provocado la alarma entre los residentes de la zona que han llamado al Ayuntamiento para alertar de la situación.

El principal problema de la psila es que cuando es una larva crea una cubierta algodonosa sobre las hojas, fácil de identificar visualmente, que tapa los estomas de las hojas y que además provoca la aparición de pulgones.

Debilita las plantas

Estos últimos segregan una melaza que debilita el árbol y deprecia su valor ornamental, añadieron.

El servicio de Parques y Jardines ha recurrido a investigadores de la Universidad Politécnica de Cartagena y a empresas especializadas en la lucha integral contra plagas para conocer qué medios pueden ser los más idóneos para acabar con la psila.

«Si se usan productos fitosanitarios erróneos o poco selectivos podría provocar un aumento de las poblaciones de psila, como consecuencia, por ejemplo de un debilitamiento en las poblaciones de otros insectos depredadores», indicaron las fuentes consultadas.

Por este motivo, el personal de Parques y Jardines no aplicará ningún tratamiento de prueba a los ficus hasta no tener la autorización del servicio de Sanidad Vegetal de la Comunidad Autónoma.

Hasta la fecha, el personal municipal ha llevado a cabo fumigaciones puntuales con una solución jabonosa y algún insecticida sistémico. El objetivo de esta medida es limpiar las hojas de los ficus para evitar que las psilas acaben provocando la proliferación de nuevos pulgones.

Entre los posibles tratamientos existe uno biológico que sí parece eficaz contra este insecto, a juzgar por los resultados obtenidos en Italia en los años 80.

Se trata del anthocoris nemoralis, un insecto depredador polífago que se utiliza en el cultivo del peral. El único obstáculo es que los ciclos biológicos de ambos insectos, la psila y el anthocoris nemoralis pueden tener poca coincidencia en el tiempo, es decir, que uno muera cuando el otro todavía vive.

Sin embargo, el servicio de Parques y Jardines está pendiente de obtener la autorización de Sanidad Vegetal antes de iniciar este último tratamiento u otros complementarios.