A la alcaldesa de Cartagena y diputada en Cortes por el PP, Pilar Barreiro, no le extrañó demasiado que el ministerio de Defensa tenga la intención de vender el S-72 para ahorrarse la gran carena. «Lo mismo quisieron hacer con el Galerna cuando se suspendieron sus trabajos, aunque después se tuvieron que echar para atrás cuando nosotros empezamos a pedir explicaciones», señaló. Para Barreiro, esta noticia puede tratarse de un «globo sonda del Gobierno» para medir la reacción que tendría la venta del sumergible. Aún así, anunció que pedirá explicaciones en el Congreso sobre los planes del Ministerio, «porque el Gobierno socialista se está tomando la política de Defensa como si fuese la guerra de Gila». La venta del S-72 no sería, según Barreiro, sino la consecuencia de la «falta de planificación» del Gobierno central en esta materia. «Están obviando que España no está aislada en medio del mar, sino que pertenece a organizaciones internacionales de defensa común y tiene unos compromisos que cumplir», señaló Barreiro. «La ministra de Defensa tendrá que explicar en el Congreso cuáles son sus previsiones para el arma submarina a medio y largo plazo» porque, para la diputada popular, los recortes pueden acabar con el desmantelamiento de la misma. «Un submarino no es un cascarón que se sumerge, es un buque muy sofisticado que supone mucha inversión en I+D», señaló Barreiro, quien recordó que «en la actualidad sólo tenemos operativos dos de los cuatro sumergibles y ahora quieren deshacerse de uno de ellos. Desde el punto de vista de la defensa, esto es impresentable», subrayó. Además, la pretendida venta del buque no garantizaría -a juicio de la alcaldesa- que los nuevos submarinos de la serie 80 se vayan a construir tal y como estaba previsto, «porque el propio Gobierno ya ha reconocido que comenzarán con retraso». En definitiva, «si el Gobierno está dispuesto a asumir unas Fuerzas Armadas de dimensiones reducidas para poder asumirlas, me parece bien, pero que lo diga y que explique cuál es su estrategia».