La Armada española se prepara para armarse mejor. Al menos, está probando una nueva munición experimental para incorporarla a sus buques y los primeros ejercicios que se han llevado a cabo han sido más que satisfactorios. Se trata de un nuevo proyectil de artillería naval destinado a la protección contra los medios aéreos y contra misiles rozaolas mucho mas potente de los que posee actualmente. Y es que permite aumentar de forma considerable las prestaciones de los sistemas de armas de los barcos militares en medio alcance.

Los planes de la Armada pasan por incorporar este nuevo proyectil en las nuevas fragatas F-100, pero también en otros buques, como los dos patrulleros de altura que tienen su base en Cartagena: el Infanta Cristina, que actualmente se encuentra el Índico para combatir los ataques de los piratas somalíes; y el Infanta Elena, que durante toda la semana pasada ha estado atracado en el muelle de cruceros de Cartagena abierto a las visitas del público con motivo de la celebración de la regata MedCup.

La nueva munición se utilizan en el cañón 76/62 Oto Melara y su mayor virtud es la de formar alrededor del objetivo una nube de fragmentos con una capacidad de penetración sobre el mismo hasta 2,5 veces superios a los disparos de los proyectiles con los que los buques de la Armada cuentan en la actualidad.

Ese nuevo proyectil se caracteriza por su peculiar estructura interna, en la que además de la carga explosiva, dispone de pequeños fragmentos que se desprenden en el momento de la explosión. El alto poder de penetración de estos fragmentos como consecuencia de su alta densidad,

forma y alta velocidad hace que sean muy efectivos en la initulización y destrucción de un misil atacante.

El nuevo proyectil ha sido desarrollado por la empresa Expal bajo la dirección del Ramo Técnico de Armas y Municiones de la Jefatura de Apoyo Logístico de la Armada, a través de un programa de investigación y desarrollo de la dirección general de Armamento y Material.