En verano y, pese a las vacaciones, el cese del cabildo californio decretado por el Obispado sigue generando polémica. Ahora son los empresarios del polígono Cabezo Beaza los que acusan al obispo, José Manuel Lorca Planes, «de poner en peligro el futuro profesional, empresarial y familiar de nuestro colega».

En una carta remitida ayer al obispo, los empresarios le ruegan que restituya la decisión «equivocada que ha tomado para no seguir dañando la imagen de Escosa», y para que los empresarios de esta ciudad «podamos seguir colaborando en los proyectos que sus diócesis, asociaciones (...) desarrollen».

Los empresarios de este colectivo colaboran con varias asociaciones religiosas, como Cáritas, y ONG´s, como Manos Unidas, y en varias agrupaciones de Semana Santa, entre otras muchas acciones. «Sólo en la última fiesta solidaria de Manos Unidas recaudamos más de 50.000 euros», recordó el presidente de la asociación Empresarial Cabezo Beaza, Javier Gómez-Vizcaíno.

Al margen de estas actuaciones, la mayoría de los empresarios marcan la cruz de la Iglesia en sus declaraciones de la renta. «Yo seguiré colaborando, pero no sé cómo actuará el resto porque hay un gran malestar entre el colectivo».

En su carta al obispo, Gómez-Vizcaíno, quien preside a un colectivo de más de 900 empresarios, expone: «Con todos nuestros respetos, no podemos entender su actitud con nuestro compañero empresario Juan Manuel Moreno Escosa, persona honrada, trabajadora, seria y de reconocido prestigio en todas sus acciones».

«No hay ninguna razón justificada para su cese, al menos no la conocemos. Sabemos que en la Iglesia no hay democracia, pero ¿quién se va a querer presentar a hermano mayor si al año o a los dos años te quitan porque no le viene bien a alguien?», subrayó Gómez-Vizcaíno.

Asimismo, el presidente de la asociación empresarial Cabezo Beaza insistió en que el obispo «no ha obrado correctamente. Lo que más nos duele es que el negocio de Escosa está basado en la confianza porque es administrador de fincas y con esta decisión del Obispado lo han dejado en una situación de indefensión. Te dejas tiempo, dinero, esfuerzo con la familia y te puede costar tu propio negocio». Gómez-Vizcaíno advirtió: «Hoy somos nosotros, pero mañana reaccionará la COEC y pasado, la Cámara de Comercio».