Medio centenar de vecinos consiguieron ayer que las dos excavadoras que están allanando una de las laderas del monte Sacro para construir cuatro bloques de viviendas se detuvieran durante una media hora. Fueron los propios operarios de las máquinas los que decidieron detenerse al comprobar cómo los vecinos, que participaban en la tercera manifestación convocada para protestar por los "daños a una de las zonas más emblemáticas" de Cartagena, se aproximaban de forma temeraria a las mismas.

La decisión de forzar a las máquinas a detenerse surgió de forma espontánea entre un grupo de manifestantes que acudieron a la protesta convocada por los propios vecinos de la calle Muralla de Tierra, que discurre paralela al monte Sacro. De hecho, muchos de ellos optaron por no secundar esta acción debido al peligro que entrañaba. Hasta el lugar se desplazaron varias unidades del Cuerpo Nacional de Policía que, tras hablar con los manifestantes, lograron que abandonaran la zona de obras.

Algunos de los vecinos aseguraban que, en caso de que hubiese ocurrido algo, la responsabilidad hubiese sido de la empresa promotora puesto que existe un amplio espacio sin vallar en el acceso a la zona de obras "y no están colocados los carteles que deben prohibir el paso ni ninguna otra señalización a la que obliga la prevención de riesgos laborales", afirmaba uno de ellos.

A la manifestación, a la que asistieron en torno a las doscientas personas, acudió el profesor de Arqueología de la Universidad de Murcia Javier García del Toro, quien tras explicar a los asistentes las razones por las que cree que se está cometiendo un "expolio arqueológico" en la zona, animó a los vecinos a organizar una cadena humana que rodee la colina en la próxima protesta. Fue precisamente Javier García del Toro quien denunció ante la Guardia Civil, la delegación de Gobierno y ante Fiscalía las obras en el monte Sacro hace unos días. El profesor cartagenero acudió a la protesta, al igual que muchos de los manifestantes, luciendo un esparadrapo con algodón en la frente para simbolizar que el daño que se le está haciendo al histórico cerro, "es como si nos lo hicieran a nosotros".

A la convocatoria de ayer asistió una nutrida representación de la clase política de la ciudad, entre los que se encontraban los concejales socialistas Francisco Díez Torrecillas y Ángel Rafael Martínez; los dos ediles de Movimiento Ciudadano, Luis Carlos García Conesa y Antonio Mínguez, así como los ex concejales socialistas y ahora 'no adscritos', es decir, sin grupo, Juan Luis Martínez y Carmen Martínez. Asimismo, participó el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Leandro Sánchez.

Los terrenos del monte Sacro que están siendo allanados son propiedad de la misma empresa constructora que urbanizó el área de la antigua lonja, que los obtuvo gracias a una permuta con el Ayuntamiento al perder edificabilidad por la aparición de restos de la muralla de Carlos III en el aparcamiento subterráneo.

Por su parte, el concejal de Urbanismo y portavoz del Gobierno municipal, Joaquín Segado, ha asegurado en diversas ocasiones que las obras cuentan con todos los permisos y las licencias.