Los concejales 'díscolos' del grupo socialista, Juan Luis Martínez y Carmen Martínez, retaron ayer a la autoridad municipal -e incluso a la de la portavoz socialista- al instalar una mesa de recogida de firmas (para evitar el derribo de la puerta del CIM) junto al acceso del Palacio Consistorial pese a no estar autorizados a hacerlo.

Fuentes municipales explicaron a esta redacción que la autorización para montar la mesa se presentó en una OMITA (oficina de descentralización administrativa) días atrás, pero el Ayuntamiento no dio su visto bueno. El portavoz municipal, Joaquín Segado, remitió un escrito a la portavoz socialista, Caridad Rives, en el que se deniega la autorización a los dos ediles, que están apartados de la disciplina de su grupo, para montar la mesa, "dado que tanto el edificio como su entorno se destinan a albergar actos de carácter institucional". Según Juan Luis Martínez, ese escrito "tenía el membrete del PP, no del Ayuntamiento, y un partido no es nadie para prohibir nada".

Pese a no estar autorizados para utilizar la fachada del Palacio Consistorial, los dos ediles montaron la mesa minutos antes de las once de la mañana sin que el Ayuntamiento tomase medidas para evitarlo. A partir de esa hora y hasta la una del mediodía, 343 personas firmaron para pedir a la alcaldesa que no se conceda la licencia de derribo para demoler la antigua puerta del CIM, en la calle Real.

Aunque el Ayuntamiento no es el propietario de la puerta, sino el ministerio de Defensa -en el escrito de Segado a Rives se sugiere al PSOE que se dirija a la titular del mismo para evitar el derribo-, Juan Luis Martínez insiste en que su idea es que quien tiene que autorizar el mismo, el Ayuntamiento, no lo haga. Martínez fundamenta su petición en un documento de la dirección general de Bellas Artes de la Comunidad Autónoma y en otro de la Universidad de Murcia, en el que se dice que el citado elemento arquitectónico se debe conservar.

Además, los dos concejales proponen que se utilicen los fondos del Plan E previstos para el año próximo para que se restaure la puerta del antiguo Cuartel de Instrucción de Marinería, "que además de valor patrimonial, tiene valor sentimental para muchas familias cartageneras".