Un bosque artificial con pérgolas que simularán árboles de diferentes tamaños ocupará la mitad de la plaza del Rey para dar sombra a este espacio, sin que el ciudadano pierda la perspectiva de la puerta del Arsenal desde la calle Comedias. El proyecto, que es obra del arquitecto Bernardino García, ya cuenta con el visto bueno del ayuntamiento de Cartagena y se encuentra en fase de licitación por 426.500 euros.

La idea del equipo de Gobierno es que la instalación de las pérgolas, cuyo plazo de ejecución es de tres o cuatro meses, estuviese terminada para las próximas Navidades, aunque debido a la celeridad con que deben concluir las obras del Plan E es probable que se retrase hasta Semana Santa.

Los citados árboles, trece en total, se ubicarán de forma permanente sobre los pilares del aparcamiento de la plaza, lo que garantiza que no afectará a la construcción subterránea, circunstancia que sí ocurría con el proyecto anterior que fue rechazado por el Ayuntamiento.

Este bosque artificial discurrirá en el espacio comprendido entre las dos casetas de acceso peatonal al parking y el muro lateral de Capitanía. Las ramas de los árboles, que serán de acero y se curvarán e inclinarán de distinta manera, servirán de apoyo a las hojas hechas de plexiglás -un tipo de PVC- resistente a la lluvia que se distribuirá en varias láminas dejando pasar el aire, de forma que cuando sople brisa simule el sonido de las velas de los barcos en los puertos, argumentó García.

El objetivo del arquitecto no ha sido sólo dar sombra a este espacio, que con los años ha perdido el apogeo y la vida que tuvo en el siglo pasado, sino recrear de forma artificial aquella arboleda que tenía la plaza en la década de los años 70. Por ese motivo, los colores elegidos para las hojas de los árboles son dos tipos de verde y un marrón similar al que tienen las hojas en otoño. Además, con el fin de simular la naturaleza, la altura de cada árbol o módulo será de entre quince y ocho metros.

El sendero que formarán los árboles tendrá un pavimento de pizarra oscura similar al suelo del parque de Los Juncos, de cuyo diseño también es obra Bernardino García.

Bajo las losas se esconderán todas las instalaciones eléctricas que darán luz al bosque, en cuyo interior también se habilitará una pequeña zona de juegos con columpios que completará la ya existente en la plaza del Rey.

A lo largo de esta arboleda artificial se dispondrán varios bancos, cuyo modelo está aún por definir, con lo que los ciudadanos tendrán la posibilidad de tomarse un respiro bajo la sombra.

En principio, la idea es que los bancos se asemejen a los que había antiguamente en esta plaza hechos con pequeños trozos de azulejos de colores, tipo Gaudí.

"En lugar de azulejos pensamos en utilizar maderas de los mismos colores que las hojas de los árboles, pero puede que se dispare el presupuesto con lo que aún no se ha decidido qué tipo de mobiliario se utilizará", argumentó García.

De este modo, el proyecto intenta intervenir lo menos posible en este espacio, que ya ha sido objeto de varias remodelaciones, a la vez que quiere convertirla de nuevo en un centro de vida en pleno corazón de la ciudad

En estos momentos, salvo por las terrazas de los locales ubicados en la plaza del Rey, este espacio se ha convertido en un lugar de paso que los ciudadanos atraviesan sin despegarse de las gafas de sol, sobre todo en los meses de verano, debido a la ausencia de sombras.

La antigua plaza también incluía una fuente de piedra, pero las condiciones actuales del espacio hacen imposible recuperar esta instalación, ya que sería incompatible con el aparcamiento subterráneo.