Se llama Asier y nació con síndrome de Down. Tiene toda una vida por delante y podrá sentirse uno más. Jugará como cualquier otro niño, estudiará y encontrará un trabajo cuando se haga mayor. Incluso, podrá formar su propia familia. Todo ello será posible si nuestra limitadora sociedad se lo permite y si conseguimos la integración total de estas personas.

Y eso es lo que su progenitor, Antonio Sánchez, junto a un grupo de ciezanos, se ha propuesto. Y lo quieren hacer desde la Asociación Down Cieza, a través del deporte, con el proyecto denominado 'Kilómetros para la inclusión'. Son ya más de 40 los integrantes de este colectivo que todos los jueves se reúnen para correr por las calles de Cieza con el loable objetivo de 'normalizar' unas vidas que lo serían si no fuera por los ojos que las miran.

«Ni pedimos dinero ni si quiera comprensión, solo queremos que a nuestros hijos se les mire y se les trate como personas normales. Que en los colegios sean unos niños más y que la sociedad los tenga en cuenta de cara a afrontar una vida que ya de por sí es muy difícil para ellos», explica Sánchez, cuya iniciativa ya ha conseguido el interés de más de mil seguidores en las redes sociales.

Y está seguro este padre que uno de los primeros escollos a salvar es 'no dar lastima', no lamentar una situación 'sine die', si no afrontarla con naturalidad, «buscando soluciones, haciendo la vida más fácil a nuestros hijos y luchar para que tengan una niñez, una educación, una adolescencia, una juventud y una madurez similar a la de cualquier otro ser humano», apostilla.

Porque para Sánchez, los niños con síndrome de Down «son personas totalmente normales, pero con otras capacidades que hay que comprender y adaptar a nuestra vidas». Y en este punto, no pude evitar hablar del extraordinario cariño que un niño de estas características puede llegar a dar. «No se puede expresar con palabras el amor que desprende Asier y la facilidad con la que nos lo contagia. ¡Es increíble», puntualiza Antonio visiblemente emocionado.

«Es un sentimiento que solo es capaz de proporcionar alguien que es igual y que solo los estereotipos de esta sociedad hacen distinto», explica este padre, al que su pequeño Asier ya parece haber contagiado esa ternura.

La Asociación Down Cieza nació en el año 2015 con la pretensión de convertirse en la voz y el cobijo para las personas de la comarca de la Vega Alta que presentan síndrome de Down así como a sus familiares de Cieza. Desde entonces ha organizado diferentes actividades y eventos, todos con la pretensión de 'incluir' a las personas con Down en la vida cotidiana de nuestra sociedad.

El deporte ha sido siempre su principal objetivo, pero fue hace ahora un año cuando sus componentes decidieron 'enseñar' el síndrome a los vecinos, echándose a las calles y 'corriendo por la inclusión'.