Para Juan Antonio San Fulgencio y Antonio García la Ruta de las Fortalezas es su carrera 'fetiche'. Se les puede calificar como auténticos expertos en la materia cuando se habla con ellos del trazado, la preparación física o psicológica, los puntos calientes del recorrido o los consejos que hay que tener en cuenta antes, durante y después de la prueba.

Antonio García, de 52 años de edad, lleva desde el comienzo, cuando la Ruta no había cogido las dimensiones que tiene actualmente, en cuanto a número de participantes y relevancia mediática. Dice el corredor popular que para él es un privilegio poder participar. «Es muy gratificante hacer la Ruta, porque disfrutamos los que la hacemos de unos paisajes únicos y sitios preciosos para ver mientras corres». Juan Antonio, de 43 años, es de la misma opinión. Él es también cartagenero, miembro del club CEX de Cartagena, y añade que «soy un enamorado de la carrera, por el ambiente y por la gente que la disputa».

No obstante, reconocen que la Ruta de las Fortalezas es una carrera dura. «Hay que tener cuidado a la hora de afrontarla y también de prepararla. Después de tantos años como llevo haciéndola me conozco cómo hay que acometer cada uno de los tramos», expresa Juan Antonio. «Cada año pienso lo mismo mientras corro. Me lo digo a mí mismo, 'lo dejo', pero estoy mentalmente muy bien preparado y aguanto hasta el último metro», añade.

Antonio, que pertenece al Cartagena Trail, añade que no es una carrera corta en la que apenas te planteas el abandono. «Hay que prepararse mentalmente para aguantar lo que te espera. El calor hace mella y tienes que aprender a aguantar si quieres lograrlo». Dice que en la segunda edición se tuvo que retirar cuando recorría los tramos finales de la prueba, aunque en el resto de ediciones logró el objetivo.

Ambos coinciden en que la mejor manera de encararla con éxito es correrla solo, al menos eso hacen ellos. «Empecé con seis personas en la primera edición y año a año se han ido retirando uno tras otro. Mi experiencia me dice que debo de ir solo». «Yo también lo hago en solitario -reconoce García-. Es una prueba individual, hay que conocerse las limitaciones, tu cuerpo, y ser consciente de hasta donde puedes llegar».

Dice Juan Antonio que la principal dificultad estriba en los constantes cambios de ritmo que se producen «son muchos sube y baja, demasiadas combinaciones y la musculatura se resiente. Creo que superado el kilómetro 40 empiezas a animarte y a creer realmente que estás cerca y que puedes terminar».

Para aquellos que empiezan ahora o debutan este sábado en la Ruta el consejo es que se lo tomen con calma «lo mejor es saborearla, intentar sacarle el máximo partido y disfrutar mucho durante la jornada», explica Antonio, que disputa alrededor de 30 carreras al año, la mayoría por montaña. «Que no se marquen otra meta que la de acabar -añade Juan Antonio-, ya podrán ir superando los tiempos otros años».

En el lado opuesto se encuentran corredores como Miguel Gallego o Mariló Fernández, que este año se visten de novatos para la carrera. Dice Miguel, de 55 años, que está ilusionado por poder participar en esta prueba. «Todo el mundo me dice que es una de las mejores carreras por organización y por recorrido», añade este madrileño que casado con una cartagenera. Compite con el club Mudos Trail de la ciudad portuaria y se lo toma como otro reto más en su vida. «La afición me la han contagiado mis hijos -Carlos Miguel y Sofía- y ambos también van a competir el sábado. Me he enganchado a esto de los trail y en los últimos meses no paro de bajar a Murcia para correr pruebas los fines de semana», añade Gallego, que en su club es conocido como 'Linterna'.

Se ha visto vídeos del trazado y ha podido correr la subida del Calvario, San Julián, el monte Roldán o Galeras. «Voy con mucho ánimo. Estoy eufórico» subraya MIguel, que está deseando que llegue el día. Dice que se ha contagiado del ambiente que le rodea y que correr cada semana se lo toma «como una terapia y estoy disfrutando».

Admite que coge todos los consejos que le dan y que lo único que le preocupa es el sol que pueda hacer el día de la carrera. «Me he comprado un protector solar de factor 50 para evitar las quemaduras». Pero además, dice Gallego, cree que será básico para triunfar ese día «no sobrepasar mis posibilidades. Intentaré avituallarme bien en cada paso para no sufrir en exceso». Este técnico especialista en Radiodiagnóstico espera que el sábado sea un día muy especial, en el que pueda disfrutar con los suyos de una jornada única.

Mariló Fernández, compañera de Miguel en el club Mudos Trail, también se calza las zapatillas por vez primera para la Ruta de las Fortalezas. En la edición de 2015 se quedó con las ganas, pero ahora ha decidido que es el momento y junto a Juani Guillén y Loli Soriano intentará acabar los más de 50 kilómetros de recorrido. Dice Mariló que «me doy con un canto en los dientes si soy capaz de finalizar la carrera. Con acabar estaré contenta», explica la atleta.

Ha tomado nota de los consejos que le han dado y tiene muy claro que no se va a exceder «iremos a nuestro ritmo, sin forzar demasiado. Las subidas las hacemos andando y las bajadas corriendo. Es muy importante estar bien hidratado y alimentarse cuanto toca para no sufrir desfallecimientos».

A pesar de no haber hecho el recorrido entero nunca, sí que conoce algunas de las subidas tras entrenarlas, por lo que atisba que «si somos capaces de superar Fajardo y Galeras el camino empieza a despejarse para mí», aunque es consciente que no estará hecho aún. «La prueba la vamos a hacer en grupo. Salgo siempre con gente y a mi me ayuda más así, nos vamos animando en el caso de que haya problemas», y subraya que «sé que va a ser una experiencia dura, pero gratificante».