Es madre de tres hijos. Pepe de trece años, juega el baloncesto en Eliocroca; Luis, de diez, practica fútbol sala en el Ciudad de Lorca; y Miguel, de ocho, que ha empezado con el triatlón. Ella es Pilar Garre Fernández, una granadina afincada en Lorca por amor, casada con Pepe Martínez, oficial de notaría, de cuarenta y un años, y hace tan solo dos decidió darle un cambio a su vida en el aspecto deportivo y empezó a correr: «Me animé y mi primera carrera fue el ocho de marzo de 2014 en la Carrera de la Mujer de Puerto Lumbreras. Guardo el dorsal como oro en paño y hasta me lo firmó Fermín Cacho. Desde entonces no he parado de correr. Me he ido encontrando cada vez mejor pese a la dificultad que supone buscar horas para entrenar, llevar la casa, hijos y demás, pero he de decir que tengo mucha colaboración en mi casa», explica.

Pilar Garre se ha propuesto correr doce medias maratones en doce meses. Ya lleva cinco y la próxima será la de Murcia, el domingo 13 de marzo. «Ha sido un acierto estar con otros compañeros en el 'retoyosipuedo'. Ademas de hacer lo que nos gusta, que es hacer deporte, corremos por causas solidarias. En mi caso estamos vendiendo el kilómetro a un euro para recaudar dinero para la Asociación Down Lorca y estoy encantada porque estoy encontrando mucho apoyo», comenta.

«Casi siempre vamos toda la familia a las carreras. Mi marido, Pepe, es mi principal apoyo. Corre conmigo, me anima, me ayuda mucho, aunque él quiere estar más en el anonimato. A mí no es que me gusta el protagonismo, pero entiendo que es bueno que la gente sepa que si quieren pueden hacer una vida sana ayudando a los demás que me motiva mucho».

«Todavía soy un poco novata para correr distancias más largas. A los miedos hay mirarles a la cara. Yo empecé en esto porque sufrí un estado de estrés y ansiedad y ahora quiero devolver todo lo que a mí me han dado, ayudando a los que más lo necesitan», termina diciendo.