Las Fortalezas y Castillos de Cartagena ya no tienen ningún secreto para los cerca de cuatro mil atletas que se citaron en la mañana soleada de ayer sábado para disputar la sexta edición de la Ruta. Es ésta una prueba atlética que cada año convierte a la ciudad portuaria en una explosión de atletas y senderistas, quienes recorren cada uno de los escarpados y sinuosos accidentes montañosos que la circundan.

El reto, mayúsculo para un deportista de andar por casa, ya que hay que afrontar desde las ocho de la mañana 53 kilómetros de trazado de continuo sube y baja, es superado una y otra vez por los decididos participantes, que afrontan la carrera con el respeto que se merece casi siempre.

No todos llegan a la meta, unos por lesión, otros por agotamiento físico, psicológico o simplemente porque no se encuentran en los tiempos que habían previsto y deciden abandonar. Sin embargo, en todos crece ese gusanillo que hace que los ´ruteros´ compitan un año tras otro, a sabiendas que es tremendo el derroche tanto mental como corporal.

La sexta edición venía con cambios, porque algunos de los más ilustres participantes -caso de Inma Tonda, ganadora en ediciones anteriores- habían decidido dar el salto a la Ultrafortalezas Trail, una carrera de 111 kilómetros que disputan la élite atlética de pruebas de ultrafondo.

No obstante, los ganadores en la carrera de 2015 dejaron el pabellón bien alto, porque si bien no consiguieron batir las marcas de años anteriores, sí que cumplieron parte de las expectativas y en algunos casos protagonizaron una titánica lucha por la primera posición, como fue el caso de la general masculina.

Uno de los inconvenientes en la jornada del sábado fue el calor que padecieron todos los corredores. El tan temido sol y las altas temperaturas por momentos causaron algunos contratiempos y las marcas personales, en determinados casos, también se resintieron por dicho motivo.

El primero en llegar a la línea de meta, Marcos Juncal, paró el crono en 4 horas y 10 minutos, cuatro más que José Antonio Escudero, vencedor en la edición de 2014. El gallego afincado en Cádiz efectuó una espectacular remontada y superó a Ramón Navarro y Benjamín Gutiérrez en el alto del Roldán, para tras una vertiginosa bajada, llegar exhausto y magullado a la línea de llegada.

En categoría femenina la diferencia de un año a otro fue incluso mayor. La cartagenera Carmen Evangelista invertía 5 horas, 23 minutos y 14 segundos en finalizar, aunque según la veterana corredora no fue ésta la causa de esa diferencia, sino más bien el hecho de haber estado enferma los días previos a la carrera.

La atleta de Mazarrón Sebastiana Rabal fue la segunda clasificada, mientras que Judith Molina finalizó en tercera posición en la general de la carrera.

Si la Ruta no ha sido un camino de rosas para nadie, la Ultrafortalezas se ha convertido en una gran aventura para los cerca de 250 participantes de esta primera edición. Chisco Díaz, de La Unión, fue el primero en llegar a la línea de llegada y lo hizo tras recorrer los 111 kilómetros de los que constaba la prueba en 11 horas y 24 minutos y 37 segundos. El segundo en finalizar fue su compañero de viaje durante decenas de kilómetros, el murciano Juanjo Larrotcha, que finalizó la carrera con un tiempo de 11.56,04. En tercer lugar acabó esta durísima prueba Javier Salar.

En categoría femenina, la omnipresente Inma Tonda fue de nuevo la más fuerte y lo demostró en la gran distancia. Superó a sus oponentes para acabar la prueba parando el crono en 14 horas y 33 minutos. Lidia Gómez Ruiz finalizó en segunda posición, a una hora de Tonda, y Esther Sánchez fue tercera con casi 16 horas.