Como cada año, Don Carnal y Doña Cuaresma acuden a su acostumbrado enfrentamiento, tomando las calles de Beniaján como campo de batalla. Una batalla que se gesta entre atronadora música de verbena y auténticas descargas de luz y colorido que envuelven la pedanía murciana en un halo mágico durante dos semanas. Cuenta la leyenda que tras confinar y poner a dieta a Don Carnal, Doña Cuaresma, luciendo sus mejores galas, se dirigía a los feligreses cristianos con el siguiente mensaje «dízeles que se conoscan e que les venga emiente / que son çeniza e tal toranarán ciertamente» (diles que sepan y tengan presente que son ceniza y en tal se convertirán ciertamente).

Toda una declaración de intenciones que deja claro el espíritu del carnaval, una tradición que se remonta a tiempos inmemoriales, y cuyo lema es un canto a la belleza de lo efímero, una fiesta que sin atender al sentido de la vida, la celebra portando como estandartes la locura y la fantasía de la que ésta se nutre. María Griñán, presidenta de la Asociación del Carnaval de Beniaján, y quien con mucho recelo guarda los secretos más jugosos de esta celebración, desvelaba para el periódico LA OPINIÓN algunos detalles sobre el programa de este año, cuyas actividades comenzaron el pasado viernes 6 de febrero con la lectura del pregón del carnaval, responsabilidad que este año ha recaído en la comparsa Las Chicas del Bollo, que celebra su décimo aniversario. Tras la intervención de las pregoneras se dio paso al acto de coronación de las Musas del Carnaval, cuyo honor se concede este año a Ana Marcos Molera, de la comparsa La Revolución, y en su versión infantil a Adriana Henarejos Gálvez, del colegio Mirasierra.

Un día después se celebraba la Convivencia de Comparsas, una jornada en la que las peñas se reúnen para elaborar sus paellas que, tras calentar motores, se convierte en un pasacalles sin disfraces que sirve como excusa para soltarse la melena y confraternizar con los amigos y vecinos. Una manera de crear un ambiente propicio con el que dar paso al primer desfile, que se celebraba el domingo 8 de febrero, y que tuvo como protagonistas a los más pequeños. En el Desfile de Carnaval Infantil, que llevaba cuatro años sin poder celebrarse, participaron niños de los colegios de Beniaján y de los pueblos aledaños, además de las distintas comparsas infantiles de los Carnaval de Beniaján. La fiesta finalizaba con un merecido refrigerio con el que los participantes repusieron fuerzas para poder continuar con el jolgorio. La siguiente cita será hoy a las 22 horas, cuando se celebrará el Carnaval Joven, un desfile donde las comparsas animan a todos participantes a que acudan luciendo sus mejores galas en una fiesta para todas las edades que, además, vendrá acompañada por una degustación de productos típicos de la Región.

Se recupera el Desfile de Piñata

Continuando con los festejos, mañana tendrá lugar el Desfile de Comparsas Informal, cuyo recorrido transcurrirá por las calles de la pedanía murciana hasta llegar al Jardín Monteazahar, donde se celebrará la Gran Fiesta de Disfraces, que servirán como precalentamiento para el desfile por excelencia, el Gran Desfile de Comparsas, que se desarrollará el domingo 15 de febrero. Este año congregará a más de 500 festeros y participarán en él 22 peñas, contando con tres incorporaciones: las comparsas Golden Río, The Diamond y El Retorno. Las fiestas concluirán el sábado de la semana siguiente con el Gran Desfile de Piñata, una tradición que se recupera después de que hace cinco años desapareciera por motivos económicos. Este desfile especial tendrá como colofón la entrega de premios a los grupos del carnaval, acto en el que se muestra el reconocimiento a la imaginación y puesta en escena de las peñas más creativas.