Los cachorritos muchas veces nos generan un fuerte sentimiento de ternura. Casi cualquier cosa que hagan nos parece adorable: las caídas al andar, los pequeños ladridos, el cariño que demuestran continuamente... Hasta sus caritas de culpabilidad cuando hacen algo que no nos gusta. El can que os presentamos a continuación seguro que os enternece el corazón. Es un pastor ganadero australiano de tan solo ocho semanas y es guapo de verdad.

A la pobre criatura le ha entrado hipo. Probablemente sea la primera vez que le ocurre en su corta vida y no sepa lo que es y cómo sobrellevarlo. Se ve por su reacción: cada vez que hipa, se enfada, gruñe y ladra con esos ladridos de cachorrito que hacen que la escena sea aún más tierna. Desde luego, se nota que tiene carácter...

¿No te ha parecido adorable? ¿No te han dado ganas de llevártelo a casa para quitarle el hipo? Y no, asustarle para quitárselo no es recomendable (puede generar desconfianza). Con cambiarle su rutina de respiración puede valer: que corra, que beba agua o algo así para que cambie sus patrones a la hora de respirar y se le quite. Incluso darle un baño puede funcionar, así matas dos pájaros de un tiro...